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Carrera de Cercedilla 2012

Esta es mi pequeña crónica personal de esta estupenda cita multitudinaria del trailrunning para newbies (y no tanto), que, para variar, este año liquidó las inscripciones en un abrir y cerrar de ojos. (Aquí la web de la carrera).

Habíamos quedado unos cuantos (bastantes) de los sospechosos habituales del Up&Running Team, los RdB, amigos, amigotes y demás, así que el ambiente estaba asegurado. Gracias a Pep que se tiró el rollo, me libro del viaje en cercanías hasta Cercedilla, con lo que nos recoge a Jesús y a mí en Plaza de Castilla a eso de las 8 de la mañana. Al llegar a Cercedilla aparcamos a 200m de la salida, momento en el que vemos a Jorge&family y a otros amigos.

Cogemos el dorsal y nos vamos a cambiar al calor de un café, que aunque el día promete bueno (para ser diciembre), tampoco es plan de quedarse en cueros al aire libre. Hacemos los deberes y tras unos cuantos miles de fotos con el resto de amigos de procedencias varias, nos vamos a la salida.

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Con la cuchipandi
Momentos familiares previos a la carrera
Momentos familiares previos a la carrera

Cuando llega la hora nos vamos a la salida y nos colocamos en el medio del pelotón, para dejar pasar a los «prisas» delante y que no nos arrollen.

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Preparados en la zona de salida

Salimos juntos en grupito, algunos más abrigados que otros (vamos que parecemos novatos algunos 😛 ).

Al troticochi!. Foto de Kataverno
Al troticochi!. Foto de Kataverno

La ruta de subida muy bien, con diferentes ritmos y casi toda al trote, menos un par de rampas antes de llegar al Ventorrillo. En este punto, como ya se ha comentado en otras webs, se produce el momento «atasco de las 11» y tenemos que ponernos en fila, algunos atajan por medio del campo y reciben abucheos por parte del resto del personal responsable en esto de correr por zonas sensibles (coñe, que se destroza el terreno, animales!).

La bajada es muy divertida, se alterna senda y pista, y cuando ya pensamos que está todo casi hecho (bueno, yo me había mirado los perfiles y sabía que «algo había», pero…), aparecen un par de repechos «divertidos», el segundo de los cuales acaba con mi pensamiento de volverme con las zapas secas (si lo sé, el primer vadeo lo hago «Zerote’s style»). Guardamos un poco la compostura para las fotos y nos «arrejuntamos» para la llegada, que hacemos Jorge, Pep y yo de la manita, como debe ser 🙂

Después vamos a cambiarnos y a tomar unas (merecidas) cervecitas, en lo que nos hidratamos cada uno va haciendo sus planes para la comida y el regreso. Consulto la web de Renfe y veo que tengo un cercanías «ideal» para llegar a comer a casa, así que despedida y regreso tranquilamente en el tren.

El resumen: una mañana ideal con los amigos, el campo, unas cervecitas, algo de correr… ¿qué más se puede pedir?.

Perfil de la carrera (con perfils)

El perfil sacado con Perfils
El perfil sacado con Perfils

Aquí dejo (as usual) el track de Garmin:

Aquí dejo los enlaces a otras crónicas:

CDE Runners de Barrio

42195 metros (Nacho Villalba)

 

¿Mar o montaña?. Pues un poco de todo. Subida al Montgó

En el puente del 1 de noviembre decidimos que nos íbamos a la playa, a aprovechar el apartamento de los suegros. Como la previsión era de buen tiempo, metí todo el equipo en la mochila, a ver lo que caía. El miércoles llegamos de noche, directos a la cena y a la cama, por si las moscas dejé el equipo medio preparado, a ver qué tal amanecía.

El jueves salió un día muy bonito, así que después de desayunar me puse el equipo y a trotar por la playa, aprovechando el sol y la brisa marina. Cuando llevo un rato veo que voy un poco subido de ritmo para lo que quería, pero total, para unos pocos km… 🙂

Después, sesión de playita total, a relajar las piernas y tomar el solete. Al sur se ve el El día lo rematamos con comida «typical valenciana», o sea, paella y cervecita, que hay que mantener las buenas costumbres, je je je.

Desde la playa se ve el Montgó al fondo… ganas de subir…

Para el viernes hemos decidido subir al Montgó, siempre lo estamos viendo desde la playa y le tenemos ganas desde que venimos por aquí, así que preparamos los bártulos y nos vamos hacia Denia, con la ruta en el Garmin que me pasó Raúl (AKA @kbralok) y su descripción del recorrido (aquí en su blog). Llegamos sin problemas, aparcamos el coche al lado del inicio del camino y para arriba.

El camino de subida es una pasada, viéndolo desde abajo no te imaginas por dónde puedes subir el pedazo de farallón que tienes delante, así que hasta que no te pones y vas subiendo no te crees lo increíble que es el camino. En algunas zonas tenemos que dar la mano a los niños, aunque ellos se mueven con mucha soltura por el camino, teniendo en cuenta que hay tramos en los que es mejor no resbalar…

Al llegar al final de la zona del «muro», unos andarines que venían detrás me preguntan si queda mucho, y les digo que más de la mitad… se les ponen los pelos como escarpias y se dan la vuelta (ellos se lo pierden). Después de unos tira y afloja con los niños (promesas de cromos mediante), llegamos a la cumbre, desde la que se ve una panorámica impresionante. Aquí incluyo una lista de fotos del recorrido, para no enrrollarme, y dar una idea del mismo.

Revisando GPS para no perdernos 🙂
Por aquí se sube, vaya patio
La cumbre, al fondo y detrás de todo aquello
Llegando arriba

Esto es lo que se ve desde el vértice geográfico:

Panorámica desde la cumbre del Montgó
Por aquí se baja
Todo eso es lo que hemos subido y bajado (y más…)

De resumen podéis ver el vídeo de Raúl, un estupendo resumen del recorrido, aunque sólo hicimos la parte de la subida hasta la cumbre, el resto lo dejo para la próxima visita.

Y como siempre, los tracks de las rutas en Garmin:

El trote por la playa…

Y la subida y bajada al Montgó…

Cuando logre sacar las fotos del móvil actualizaré con más contenido, vaya cruz con el telefonito! @#@@###%%%

PD: y este fin de semana, la Behobia-San Sebastián… 🙂

XXV Cross de Cuerda Larga (y un poco más)

El domingo pasado (ayer), quedamos para correr esta clásica del trailrunning de la Sierra de Guadarrama. Es una carrera que no tiene un perfil complicado, aunque luego la realidad es que dependiendo de las condiciones climáticas la cosa se puede liar más de lo que has previsto.

Como la carrera empieza en el puerto de la Morcuera y acaba en el puerto de Navacerrada, hay que organizar la logística de los coches (un poco rollo). Finalmente quedamos en que nos recoje Rafa y vamos 4 en el coche (Rafa, Nacho, Jesús y yo). Jesús ha dejado el sábado el coche en Navacerrada y así es menos lío la vuelta (gracias Jesús!).

Los 4 preparados en el cajón de salida
Pablo fotógrafo. Mirad la cara de rasca del personal

Llegamos a Morcuera con una rasca considerable, así que a coger el dorsal, dejar una mochila en el bus que va a Navacerrada, mientras que nos vamos encontrando con Pablo, Juanito, Juan Rubí, etc etc, a pesar de que vamos todos bastante cubiertos y se nos ve poco la cara.

El grupo más molón de la carrera. Foto de Nachete

Aunque inicialmente teníamos idea de ir en grupito «trotecochinero», el trazado no es muy apto, ya que en muchas zonas hay que andar en fila india, y hasta el km 4 o así es bastante difícil adelantar sin escoñarte por una roca. En muchas zonas de destrepes hay gente que anda muy precariamente, y con la roca húmeda hay que extremar precauciones si no quieres darte una piña. Así que sigo a mi ritmo, y tranquilamente van cayendo los km. Las manos, que llevo tiesas desde la salida, se calientan en algunas zonas y en otras se vuelven a congelar. Aquí dejo un par de fotos que hago a eso del km 6 de carrera, unas vistas adelante y atrás, en las que se ven el «plan» general de la carrera.

Mirando para atrás
Mirando para adelante

Al llegar a Cabezas de Hierro la niebla es considerable, sopla aire y la sensación de rasca hace que casi no paremos ni a decir hola. En este punto el pelotón está bastante diseminado y voy alcanzando algún grupo que se descuelga. En Valdemartín hay un par de personas animando y diciendo «un km para Bola», y a partir de ahí no sé porqué misteriosa razón (bueno, la niebla es una), en vez de enfilar el recorrido balizado me tiro por otro lado, y me sigue otro corredor. De repente veo que no hay balizas en el camino y el cerebro dice MEEECC! ERROR!. Como conozco la zona me extraña no ver la valla que limita la pista de esquí del collado de Valdemartín, así que tras un pequeño trecho decido sacar el teléfono, enchufar el GPS y ver dónde carajo me he metido. No me enrrollo, pero en resumen, que si no saco el móvil aparezco en la Pedriza y ahora en vez de estar escribiendo ésto, sigo dando vueltas por el campo 🙂 En la siguiente foto del mapa del GPS se ve en amarillo la ruta «balizada» y en rojo lo que yo hice, un WTF! en toda regla.

Toma plus de carrera, con mas desnivel acumulado

Al llegar a la cima de Bola hay un coche con las luces puestas para señalizar la localización del avituallamiento, la niebla se cierra y no se ve a más de 50 metros, un 10 para los que aguantan como campeones en el puesto de control-avituallamiento. A partir de aquí todo es cuesta abajo, y ya trotamos sin parar, para ver si entramos en calor, ya sólo quedan 2 km a meta, aunque el tramo de bajada «a huevo» por la pista de Guarramillas te machaca las piernas si no quieres bajar rodando. En esta zona ya se pone a lloviznar, por lo que lo único que me pasa por la cabeza es llegar lo antes posible, así que a toda mecha hasta la meta, situada en el refugio de Peñalara.

Tiempo final, 3:52:42, que podían haber sido 20-25 minutos menos si no me llego a perder. La bolsa del corredor que nos dan en meta es cuanto menos «curiosa» (no la abro hasta llegar a casa): 3 camisetas (oficial y 2 de propaganda de Movistar y Deustche Bank), y un paquete sorpresa con la primera temporada de Prision Break en DVD ¿?…

Cogemos el coche de Jesús en Navacerrada, y volvemos a Morcuera ya bajo una intensa lluvia (menos mal que no nos pilló en carrera), nos mudamos al coche de Rafa y a toda pastilla a Madrid, que tenemos comidas familiares y a Nacho le quedan 630 km de coche a Barna (ufff, eso sí que es duro…)

Más imágenes del día de carrera

En resumen: una carrera muy montañera, nada que ver con otras que he corrido antes, con muy buena compañía y en la que he aprendido mucho.

Como (casi)siempre, aquí os pongo el track de la página de Garmin.

El álbum oficial de la carrera AQUI, aunque no he visto ninguna foto en la que salga (cachis, con lo equipado que iba) 😉

100k Madrid-Segovia 2012. La crónica

La carrera

Sábado, 6 de la mañana, antes de que suene la alarma del despertador ya estoy con los ojos abiertos. Llevo toda la noche en un estado de semi-consciencia pensando en #elpastelaco en el que me he metido, aunque pensándolo fríamente y con mi lema por delante, lo único que hay que hacer es disfrutar y lo demás ya lo iremos apañando por el camino.

Duchita rápida, un café con leche para el cuerpo, cerrar y organizar las mochilas para los puntos de avituallamiento (Colmenar Viejo, Cercedilla y Segovia), y al metro a Plaza de Castilla. Según salgo ya veo los camiones para dejar las mochilas, así que hago la última revisión y a soltar lastre. Así en lo que voy espabilando pasan por delante de mí Juan (@jonteller), Katia (@sanzchouquet) y Claudio (@mrcheidel), que se van a desayunar. Como tengo el cuerpo un poco «raro» decido empezar a comer algo para que no me dé un yuyu, así que empiezo por una barrita de cereales, que mastico poco a poco. Según va llegando gente saludo a algunos conocidos y otros que desvirtualizo, como a mister @_spanjaard, así como a familiares expertos en estas lides. Encuentro a Eduardo (Commedia) y charlamos y hacemos fotos un rato, ha decidido finalmente tirar de minimalistas y a por todas. (Aquí su análisis previo).

Ambiente en Plaza de Castilla

Hacia las 8:20 ya nos vamos hacia la salida, no se oye nada de los discursos oficiales, así que esperamos el petardazo, y cuando llega ¡zasca! allá que nos vamos… un, dos, tres… todo para alante y sin mirar atrás. Empezamos a trotandar, como hemos comentado, las subidas andando y los llaneos y bajadas al trote, que hay que guardar fuerzas. Tras los primeros km Claudio (que es una máquina) ve que no podemos seguir su ritmo y se va para adelante, en estas carreras es complicado ajustar ritmos si hay muchas diferencias de nivel (al final nos mete como 6 horas… glups!).

Como quien no quiere la cosa llegamos al primer control, Tres Cantos, 16 km y ni nos hemos enterado. Sellar la «compostelana», que tendremos que ir completando a lo largo de la ruta, beber Cocacola y/o Isostar, rellenar agua en el camelbak o los bidones (en mi caso), son operaciones que iremos repitiendo a lo largo de los 10 controles siguientes hasta la llegada a Segovia.

Desde Tres Cantos a Colmenar vamos tranquilamente con el mismo plan, lo más feo para mí es el tramo del carril-bici, en el que hay que tener cuidado para que los ciclistas no te arrollen, y además llevas la autovía de Colmenar al lado, con el tráfico continuo de vehículos. Menos mal que ese tramo es corto y en poco tiempo volvemos a la pista de tierra, que no abandonamos hasta llegar al cementerio de Colmenar, ya a menos de 1 km del polideportivo.

Entre Tres Cantos y Colmenar. Foto de @jonteller

Aquí tenemos la primera bolsa con ropa de recambio, así que toca ponerse camiseta limpia, calcetines, un chequeo general y tras saludar a la familia política (corren unos primos de mi mujer que ya son expertos en estas lides), nos ponemos de nuevo en marcha. Ya hemos hecho un cuarto de la carrera, son las 12:30 de la mañana y nos queda todavía mucho por hacer. A partir de aquí hay que irse planteando pequeñas metas para avanzar, un poco al estilo de la zanahoria y el burro.

El tramo hasta el Puente Medieval lo hago esperando a mis compañeros, todavía voy muy suelto y en las bajadas cojo buen ritmo, pero prefiero esperar y seguir todos juntos. Hace bastante calor y la bebida fresquita en la sombra nos hace recuperar bien. Ahora viene un tramo de subida continuada, por una pista ancha pero sin una sombra, en la que mi tocayo lo pasa bastante mal. Nos cruzamos con unas cuantas vacas, que se preguntan dónde van tantos zumbaos corriendo por la vía pecuaria.

Entre Colmenar y Manzanares, por la vía pecuaria. Foto de @jonteller

Al llegar al collado vemos Manzanares y la Pedriza en una panorámica muy bonita, que nos da fuerzas para llegar hasta el siguiente control con un ritmo un poco más vivo.

En el collado antes de bajar a Manzanares. Foto de @jonteller

El avituallamiento de Manzanares , ya en el km 42 nos sirve de pequeño descanso. Unos bocatines de jamón me llaman, así que me zampo 2, uno al hacer el checkin y otro tras volver de la fuente del pueblo, a donde nos acercamos a rellenar las botellas, ya que en los avituallamientos sólo nos dan una botellita de agua. Unos cuantos frutos secos, Katia y mi tocayo revisan calcetines y salimos hacia Mataelpino, con el calor apretando de lo lindo.

El tramo que viene a continuación se hace más pesado por el calor, aunque por lo demás me sigo encontrando estupendamente y no perdemos la dinámica de trotar en las bajadas, aunque ya menos sueltos que anteriormente. La última cuesta antes de llegar al control de Mataelpino es matadora, un pequeño Mortirolo tras el que encontramos el oasis en la plaza del pueblo, con un gran avituallamiento y un ambiente muy animado. En este punto, km 50, y por tanto con media carrera hecha, se encuentra Sebastián Navarrete, autor de las siguientes imágenes.

Entrando en Mataelpino (1). Foto de Sebastián Navarrete
Entrando en Mataelpino (2). Foto de Sebastián Navarrete
Entrando en Mataelpino (3). Foto de Sebastián Navarrete

Mi tocayo se va directo al servicio de recauchutado y reparación de pies, ya que los suyos están bastante tocados. En una amplia sala le tumban en una camilla y cuando se quita los calcetines le debieron decir lo de «¡pero cómo me vienes con estos pies!. Cuando terminan no dan un duro porque acabe la carrera, no saben a quién se enfrentan… 😉

Este avituallamiento está bastante surtido, así que me como un sandwich de jamón y queso, bebemos bastante, carretera y manta. A la salida de Mataelpino hay unos cuantos repechos que despachamos rápidamente y después viene un tramo bastante cómodo y variado, hasta que llegamos al comienzo de la subida hacia la Barranca, en el que ya empezamos a ver más gente tocada y pasándolo mal. En el tramo final se solapa con una parte del recorrido del GTP que corrí en junio, y para llevar más o menos la misma cantidad de km (con menos desnivel, eso sí), me encuentro mucho mejor. Ahora nuestra meta es Cercedilla, nos van enviando mensajes por whatsapp para ver por dónde vamos y tenemos ganas de encontrarnos con Jorge (aka @zerote) y Carlos (aka @Fisioteko), aunque este último ya comenta que llegará más tarde, por lo que finalmente no le veremos.

Subiendo a la Barranca. Foto de @jonteller

El avituallamiento de la Barranca lo pasamos rápidamente, sellar la «compostelana», trago de agua, isotónico y para alante! Ya estamos muy cerca de Cercedilla y casi podemos oler la paella que nos espera, pero en lo que estamos haciendo la última bajada de repente aparece Jorge, que estaba hasta los cataplines de esperarnos en el polideportivo, y todo equipado nos recibió con un abrazo que nos dio la vida. En ese momento empezaba ya a bajar la luz, y es ese momento del día en el que te suele dar un poco el bajonazo, por lo que nos sirvió casi como un electroshock.

Al llegar al polideportivo de Cercedilla, antes de coger la mochila con el recambio de ropa, Jorge nos hace una nueva foto de equipo, ya se nos nota un poco más mellados (km 63). Me da la risa al ver la foto, peazo de actor mi tocayo, que tenía los pies hechos polvo y la sonrisa que se marca…

El equipo bandolero en Cercedilla. Foto de @zerote

Así que nos ponemos los trajes de noche y salimos de Cercedilla ya con los frontales puestos, el primer tramo, hasta pasar el Hospital de la Fuenfría es un poco más «feo» porque vas al lado o por la carretera, y tienes que ir vigilando los coches, pero una vez que pasas la barrera, vuelves a estar en «el campo» sin preocuparte de que te arrolle un coche.

Nota: me recuerda Jorge el «momentazo subidón, subidón» cuando nos ponemos a trotar al pasar por la plaza de Cercedilla y la gente se pone a aplaudirnos como si fuera la llegada a Chamonix de la UTMB, y las risas que se traen otro grupo de corredores cuando a los 100m nos paramos y se descojonan de/con nosotros… 😀

A medio camino está el control de «Calzada Romana», y a partir de ahí empieza la pista del Camino de la República, que sube hasta la Fuenfría haciendo una gran lazada. Este tramo del camino lo subo casi entero con Jorge, y paramos en el mirador Vicente Aleixandre y el mirador de la Reina para ver el paisaje nocturno, con la hilera de luces de los frontales que marcan el camino que ya hemos recorrido, y algunos encuentros con vacas por el camino que Jorge va apuntando para no tropezarse con ellas en la bajada. Finalmente a eso de las 12 de la noche llegamos al control de Fuenfría (km 80), momento en el que empieza a soplar el viento y baja la temperatura considerablemente (o por lo menos es la sensación que tenemos). Hacemos las operaciones de rigor, aquí dan café y caldo, y nos despedimos de Jorge que se vuelve a Cercedilla (a su pesar) GRANDE!

El camino de bajada empieza con un tramo muy incómodo, lleno de pedruscos, por el que no podemos trotar, así que intentamos pasarlo lo mejor posible al estilo «sálvese quien pueda». No me imagino la que debe estar pasando mi tocayo en este tramo con los pies que lleva, glups! Unos km más adelante el camino se convierte en pista y asfalto, así que se puede coger un ritmo más o menos continuo sin tener que preocuparnos por cuidar a cada momento dónde ponemos los pies. En este tramo se suceden adelantamientos, gente parada en las cunetas a descansar, se nota que ya vamos bastante tocados, aunque tenemos puesto el piñón fijo enfilados hacia Segovia.

En la Cruz de la Gallega (km 92) el avituallamiento parece arrasado, logro un par de magdalenas que me como sin pestañear, en ese momento nos juntamos allí un numeroso grupo de corredores, algunos ya bastante tocados, a los que los últimos km se les van a hacer eternos. El camino vuelve a ser un sendero, que en un primer tramo va zigzagueando, en el que vamos buscando el carril más cómodo para avanzar en fila india con las mínimas molestias para los pies. Un poco más adelante dejamos la fuente de San Pedro a la derecha, y a partir de allí el camino es prácticamente una pista semiarenosa amplia, ya tenemos las luces de Segovia al fondo que nos atraen como las polillas. Este último tramo lo vamos haciendo casi sin hablarnos, cada uno sacando las fuerzas que lleva dentro para dar un paso detrás de otro, la monotonía del camino se hace un poco aburrida. Por no tener, no tenemos ganas ni de ponernos un poco de música para distraernos, funcionamos como autómatas.

Al llegar a Segovia, ya en sus calles, me quedo con Juan, mientras que Katia va por delante siguiendo las señales marcadas en las farolas o en el suelo, las pocas personas que hay a las 4 de la mañana nos animan y dan la enhorabuena, mientras seguimos sin ver el acueducto, buf, ¿dónde estará?. Finalmente, al hacer el último giro ya lo vemos, allí delante, imponente, con el arco de meta debajo y varias personas animando. Aunque pensaba que entraríamos los 3 agarraditos de la mano, los planes no se cumplen y entramos cada uno como podemos, una sonrisa para la foto y poco más. Allí nos está esperando Claudio, que ha llegado 4 horas antes y nos recibe con los brazos abiertos. Cogemos la medalla, una botella de isotónico, y casi sin mediar palabra subimos hacia el polideportivo en un trayecto que se me hace bastante largo, ya sin fuerzas casi ni para hablar.

Vaya paliza para conseguir la medallita… 🙂

Recuperamos las bolsas, entre la mochila y las 3 bolsas, el isotónico, la medalla y el agotamiento no sé que hacer con cada mano, así que me siento en una colchoneta y me voy quitando la ropa y las zapatillas, para ponerme algo seco. Nos avisan de que sale un autobús para Madrid, y que si no lo cogemos ahora habrá que esperar una hora o más, así que meto todo rápido en la mochila, las zapatillas en otra bolsa y al bus. A partir de ahí todo me queda en una nebulosa hasta que llegamos a Plaza de Castilla, son las 6:30 de la mañana, casi 24h después del inicio de esta crónica, y ahora «the show must go on».

Estos son los resultados provisionales publicados hoy (25/09/2012) en la web de la carrera.

Clasificación y tiempos de paso por Colmenar, Mataelpino, Cercedilla y Segovia
Así queda el dorsal tras 20h de carrera

 

Avituallamientos

Haciendo una revisión mental de lo que me metí entre pecho y espalda, además del agua e isotónico (y cocacolas e isostar en los avituallamientos que había), creo que ésto es lo que comí a lo largo de la carrera (si alguien me vio comiendo algo más a escondidas, que lo chive ahora o calle para siempre…)

  • Comida salida-Tres Cantos: 3 barritas
  • Comida Tres Cantos-Colmenar: 1 gel de manzana y unos frutos secos
  • Comida Colmenar-Puente Medieval: naranja ¿?
  • Comida Puente Medieval-Manzanares: un puñado de frutos secos
  • Comida Manzanares-Mataelpino: 2 bocatines de jamón y frutos secos
  • Comida Mataelpino-La Barranca: 1 sandwich de jamón y queso
  • Comida La Barranca-Cercedilla: ¿?
  • Comida Cercedilla-Calzada Romana: plato de paella y plátano
  • Comida Calzada Romana-Fuenfría: ¿?
  • Comida Fuenfría-Cruz de la Gallega: ¿magdalena?
  • Comida Cruz de la Gallega-Segovia: 2 magdalenas

Sobre los avituallamientos: a partir de Cercedilla se les veía un poco desabastecidos, no sé si es había pasado una horda de Hunos o que andaban un poco escasos, pero por ejemplo en la Cruz de la Gallega no tenían agua, la leche en polvo había volado… Creo que tendrán que hacer una revisión para próximas ediciones.

La ruta y el GPS

El Garmin llegó vivo casi hasta el km 96, momento en el que hizo «chof» y se apagó. Casi 19 horas encendido, supongo que lo normal para el cacharro estando cargado al 100%. En las paradas largas (Colmenar, Mataelpino y Cercedilla) lo dejé en standby, por lo que revisando

 

Conclusiones finales

Después de todo, al final lo que te quedan son las sensaciones y el recuerdo de haber conseguido una meta (aparte de los habituales dolores post-carrera), además de conocer a unas estupendas personas, como Katia, Juan y Claudio, con las que espero coincidir más en el futuro, y como no, ver lo bien que se lo pasaba Jorge en su salsa 😉

Otras crónicas de la carrera

De mis compañeros de fatigas, la de Katia (100 km. Madrid-Segovia) y la de Claudio (24/09/2012 – Ultramaraton Madrid Segovia 2012).

Crónica de Mayayo en carrerasdemontana.com

Actualizado 28/09/2012. Crónica de Commedia en A to trapo y de Juan A. en A troticochi por el campo

III Subida a los Hermanitos

Después de mucha insistencia por parte de Jesús (bueno, tampoco demasiada porque soy de fácil convencimiento runeril), este año me apunté a la clásica del C.D.E. Runners de Barrio, la Subida a los Hermanitos, que este año celebraba su tercera edición.

Decidimos venir toda la familia, así que como la carrera es por la tarde, aprovechamos para venir pronto por la mañana, y pasar por los suministros típicos de la zona de Béjar, como pueden ser los jamones y embutidos ibéricos… rico rico… 😉

Después de llenar el maletero del coche, subimos a comer al Castañar con Jesús&family, que había reservado mesa en la Alegría del Castañar (Casa Senén) para hacer un pre-carrera en condiciones. Viendo la carta y los platos que circulan entre las mesas, decidirse es fácil… CHULETÓN! 🙂

Tras un pequeño reposo para bajar la comida, nos dirigimos a Nava de Béjar a recoger el dorsal y ponernos en la línea de salida, que está programada para las 19:30. Cuando llegamos al pueblo se aprecia la buena organización, ya hay gente indicando las zonas de aparcamiento y controlando el tráfico, así que dejamos los coches y nos vamos a por los dorsales, no sin antes ir ya saludando a todos los conocidos que se han reunido en el pueblo para el evento.

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Recogemos los dorsales y la estupenda bolsa del corredor (macarrones incluidos 😉 ) y vemos como el ambiente se va «caldeando» y en la línea de salida la organización va ultimando los preparativos del control de salida y el «corralito» desde el que saldremos en tropel. Como siempre, Alberto está en todas partes revisando que esté todo listo y no haya ningún fallo.

Tras unos minutos de charloteo avisan de que la cosa va a empezar, así que superamos el control de acceso al corralito y empieza el «tic tac» (y yo acordándome del chuletón que llevo dentro…)

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Y allá que nos vamooooosss…..!!!

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El recorrido empieza por caminos, con cuesta abajo, así que intento ajustar un ritmo que sea cómodo, a la espera de ver cómo se comporta el chuletón. Todo el recorrido está perfectamente balizado, con voluntarios en los cruces con caminos, con lo que de momento no hay que preocuparse más que por correr…

Tras el primer avituallamiento en el km 3, volvemos a remontar en dirección a la salida (todo lo que se baja, sube, recordad), y hacemos el primer paso por meta, donde empiezo a hacer la cuenta atrás mental y a rezar para que el chuletón no se rebele… tic tac!

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Ahora empieza la carrera de verdad, tras un pequeño descanso en la salida del pueblo, el camino se dirige hacia el «denominador», que son los dos picos de los Hermanitos. A partir del km 6 la cuesta se endereza, y mantengo el ritmo «sin prisa pero sin pausa», hasta las rampas más duras de la subida, en las que ando un rato para recuperar. Antes del km 9 se corona el punto más alto de la carrera, donde cojo un vaso de Isostar para recuperar y prepararme para la bajada, ya sólo quedan 4 km «a deguello»!


Tras pasar el segundo Hermanito el ritmo se acelera, las piernas están bien y el camino coge una pendiente considerable, así que a todo trapo, las zapatillas (hoy he decidido hacer la carrera con las NB MT110AK) van muy bien en los caminos, agarran perfectamente en las curvas en bajada, con lo que recupero algunas posiciones y no me reservo nada para el final… ay el final….

Tras pasar de nuevo bajo la autovía, el último km que se hace casi todo callejeando por el pueblo pica de nuevo para arriba, y aunque ves que la meta está casi al lado, no parece que llegue nunca (o sea, que nos hacemos una visita «por la patilla» para ir saludando a los vecinos del pueblo)… ufff qué kilómetro más largo…!!! 😉

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Y por fin llegamos a meta! Jarrrllll…!!!

A partir de aquí empieza la «segunda carrera», porque lo que hay preparado para el «post» es casi mejor que la carrera misma. Bebida, comida, música, animación, etc etc… un derroche de atenciones que supera por mucho a las de las «mejores» carreras populares y profesionales que he asistido (sin tanto R&R). Había ludoteca para los niños (ya podrían aprender en otras carreras), y muchos voluntarios/as repartiendo bebida y lo que hiciera falta, con una atención a los corredores EXTRAORDINARIA!

A modo de ejemplo, valgan estas imágenes…

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AGRADECIMIENTOS: a todo el equipo de la organización por su dedicación, un 10!, y a Jesús por su hospitalidad (pero el año que viene hacemos menú «light» 😉 )

Adjunto los datos del Garmin Connect de la carrera, y la galería de fotos originales de la carrera en mi Flickr.

Muchas gracias a los fotógrafos que han compartido sus instantáneas que «decoran» el post 🙂