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III San Silvestre Trail de Pedrezuela

Otra entrada flash para ponerme al día antes de que acabe el año. La verdad es que de alguna extraña manera dejé hechos los deberes con el plan de carreras y esta era una cita obligada tras la experiencia del año pasado, cuando por estar medio lesionado no pude disfrutar la carrera al 100% (ver crónica del año pasado). Este año se apuntó también Nacho, así que desde hacía tiempo ya teníamos la cita agendada en el calendario. En el coche se vino también Javier (AKA @ischumi_), que por cierto se adelantó ya con su crónica.

El día estaba ideal para correr, algo de frío pero no demasiado, y un sol radiante que a la hora de la carrera esperábamos nos pusiera a tono. Llegar, aparcar cerca del polideportivo, ir a recoger el dorsal, servicio perfecto, saludar a los amigos… vamos, que iba todo rodado.

Algunos de los sospechosos habituales
Algunos de los sospechosos habituales

A eso de las 9:50 ya nos dirigimos a la zona de salida para hacer el control del chip (de muñeca, los mismos que en el GTP), y suenan los AC/DC, como debe ser, para calentar el ambiente (en el vídeo ya los escucharéis). De momento voy con el cortavientos y me llevo la mochila, con los que corro muy cómodo, y tampoco vamos a ir a correr a cuchillo. Total, que unos minutos pasadas las 10 salimos y tenemos 18k por delante de subebaja continuo.

Vamos que nos vamos
Vamos que nos vamos

Salimos tranquilamente, ya sabemos que en el km 2 tenemos el tapón del río, y luego ya se podrá correr con más ganas. Este año han puesto unos palets, con lo que se cruza bastante bien. En ese punto ya me quito el cortavientos y seguimos al tran tran, Nacho un poco por delante pero al rato le alcanzo. Y cuando pasábamos el km 5, y dejando la pista para remontar por el sendero, me «como» una rama con la frente. Así de primeras no noto nada aparte del golpe, pero al momento empiezan a caer unas gotas de sangre, una, dos, tres… y luego algunas más… Tampoco me quiero regodear mucho en el tema, pero vamos, que me vuelvo a la pista donde estaba el control, me pongo el pañuelo en la cabeza y todo el mundo para a echar una mano… Así de primeras tampoco me encuentro mal y la hemorragia se para (o eso creo), así que me presiono con el pañuelo, el buff (rojo, así se nota menos) y un buff que me deja una FFDDRR (a ver si localizo tu nombre, muchas gracias), y como me veo bien, les digo a mis compañeros que seguimos, que nos vamos a quedar fríos. Total, que con dos buff y la gorra me hago un emplasto y a seguir subiendo. Primero despacito, a ver si me voy a marear, pero como me sigo viendo bien, empezamos a remontar de nuevo.

La vieja del visillo galopa sobre el puente. Foto de Sebas Navarrete
La vieja del visillo galopa sobre el puente. Foto de Sebas Navarrete

En el control del km 8 hay un equipo de Protección Civil que me revisa el emplasto y confirma que no hay que dar puntos, así que me limpian un poco la brecha, echan un desinfectante y para adelante. Un par de tragos de isotónico y a correr, que es gerundio. El resto de la carrera, disfrutando del paisaje, la charla con los amigos, para llegar con una sonrisa a meta de la mano de Nacho, que me acompañó toda la carrera. Al poco llegan Jesús y Javier, y nos lanzamos a por el avituallamiento final de caldo, bocata de panceta e isotónico, que nos sabe a gloria.

¿Hay bocatas?... cara de felicidad en meta. Foto de Mapi la guapetona :-)
¿Hay bocatas?… cara de felicidad en meta. Foto de Mapi la guapetona 🙂

Al final el día se estaba poniendo más feo en lo meteorológico, así que me lavo un poco en el polideportivo y nos cambiamos en el coche, con vistas a volver a Madrid, que se estaban acabando ya los cortyrruners y los deberes nos llaman, así que posponemos las cervezas para otro día.

Aunque al final las paradas penalizaron mucho el tiempo, la sensación de carrera fue genial, todo el tiempo con fuerza, así que eso que me llevo, y con ganas ya de la edición de 2015 (a ver si es verdad que a la tercera va la vencida, je je). Un placer ver a tanta buena gente (no me pongo a nombrar a todos, que nos dan las uvas), y FELIZ 2015!

Cómo no, una foto con Shin, "el incombustible" ,-)
Cómo no, una foto con Shin, «el incombustible» 😉 y el gran Celso, que ya debía haber hasta merendado

La pinícula…

Y el track de Garmin…

Finalmente, volver a agradecer a todos los que os preocupásteis por mi persona, durante y después de la carrera. Certificar que no se me ha curado «lo mío» y que en 2015 seguiré dando guerra, no os libraréis tan fácilmente de mí.

¡Feliz 2015 y que los Reyes Magos se porten bien con vosotros!

25K Cerro Marmota 2014 – APU. Colmenar Viejo

Hoy haré una breve reseña de la carrera, destacando que fue un gran día en todos los aspectos. Por un lado, el carácter solidario de la carrera, cuyos ingresos por inscripciones se donan íntegramente para la Asociación Pablo Ugarte contra el cáncer infantil, y la posibilidad de ir toda la familia (que se apuntaron a la marcha de 10K), animan a acudir a eventos de este tipo en el que sientes que has «aprovechado» el domingo. Y si encima sales comido con un cocido que estaba muy rico, ¡qué más quieres! (Bueno, las piernas al día siguiente no opinaban lo mismo, pero ese es otro tema, je je).

Total, que con las inscripciones hechas desde septiembre, al final llego a la línea de salida 10 minutos antes de la hora fijada, momento en el que empieza a llover de manera más o menos seria, aunque la temperatura es agradable. Tras un par de rodeos saludando gente, localizo a mis compañeros de RdB, Alberto y Jorge, con los que conformo la terna para la carrera (aunque no había nada apalabrado previamente, o sí…)

Apelotonados en la salida, bajo la lluvia. Foto de Jorge G.
Apelotonados en la salida, bajo la lluvia. Foto de Jorge G.

De la carrera, poco (o mucho que contar), ritmo tranquilo, aunque nos dejamos los higadillos en la subida, joer con el perfil que tiene, lo bueno para el final… 🙂

El perfil de la carrera. Hasta el km 10 todo son risas
El perfil de la carrera. Hasta el km 10 todo son risas

La verdad es que entre grabar película, vadear arroyos por el medio como los niños, charlar con unos y otros, hacerse fotos al cruzarse con la cuñada, y evitar acabar por los suelos mientras corres, se me pasó rapidísima la carrera. Por supuesto que Jorge y Alberto tienen la «culpa» de ello, así como la de mantener un ritmo bastante constante y sin llegar nunca a tener el corazón desbocado (bueno, casi nunca…).

Foto de mi cuñá (gracias guapa) :-)
Foto de mi cuñá (gracias guapa) 🙂

La carrera tenía avituallamientos cada 5K, que aunque no eran muy abundantes, sí que tenían agua y fruta, atendidos por amables voluntarios que animaban lo suyo. A pesar de lo lluvioso del comienzo, a la media hora más o menos dejó de llover y el resto de la carrera discurrió entre nubes con algún rayo de sol, que se agradecían, aunque la temperatura era muy agradable para correr, hasta me sobraron los guantes al poco de empezar, buena señal (al menos para mí, je je).

Los dos últimos kilómetros se hicieron un poco más cuesta arriba, sobre todo el último bucle por la carretera para sacar los 25k, pero la entrada en meta los tres agarrados fue genial, con Mapi esperando en primera fila para retratarnos adecuadamente. El tiempo en meta fue de 2:28:45, así que cuadramos los 6’/km, que eran mis previsiones optimistas.

Imposible mirar todos a la cámara a la vez, ja ja
Imposible mirar todos a la cámara a la vez, ja ja

Después de la llegada, avituallamiento y a esperar al resto de la familia, que se tomó la marcha de los 10K con tranquilidad. Me cambié y fuimos al polideportivo, donde nos zampamos un cocido que me supo a gloria, donde me despedí a medias de parte de la expedición (gracias Mapi por tus dotes de organizadora, ya sabes :-* ). Y muchas gracias a mis compis y al resto de amigos y conocidos con los que coincidí en la carrera, siempre es un placer compartir un día de campo así.

A modo de resumen de lo que fue la carrera, os dejo aquí la película con algunos de los momentos que vivimos:

Y los datos del Garmin:

Al día siguiente tenía los tobillos con más flojera que Chiquitorlll, pero eso es otra historia, ¡que me quiten lo bailao! 😉

Maratona di Roma 2014. La crónica

Bueno, pues después de daros la brasa durante varios meses, el evento ya acabó, así que una vez recogidos los trastos y retornados al calor del hogar (recogidito, que diría mi suegra), toca intentar sintetizar en unas líneas lo que ha sido el viaje a Roma, dentro del cual me di un paseo de unos 42 kilómetros (42.195 metros contados, para ser más precisos). Vamos a ello…

Viernes 21. Arrivando que es gerundio

La jornada arranca a las 3 de la mañana, ya que haciendo la cuenta regresiva respecto a la salida del avión, pues toca madrugón y lo que sea. Ducha, vestirse, decir adiós a los durmientes y para el aeropuerto. Cabe decir que ese día «estrené» yo el hilo de Whatsapp de los viajeros que íbamos a Roma (Santi & family llegaron el jueves). Para ir calentando me toca la puerta de embarque en la otra punta del terminal, empezamos bien. Luego viene la parte de la lata de sardinas…

No sé para qué ponen cinturones de seguridad, si es imposible moverse
No sé para qué ponen cinturones de seguridad, si es imposible moverse

Idea para la UE: ¿no pensáis sacar una directiva con dimensiones mínimas humanamente habitables para aviones? Es que el resto de los mortales no vamos en preferente (habitualmente)

El vuelo sin complicaciones, y con estas que llego a Fiumicino, cojo el tren, y para Roma sin demora. Como el hotel lo tenía más o menos localizado, según salgo de la estación voy directo, «disfrutando» del pavimento de las ¿aceras? romanas con la trolley. Dado que la hora del check-in es más tarde, dejo la maleta y me voy a la feria del corredor (paseo de vuelta a Termini, recorrido que haré unas 10-12 veces en los días siguientes). Cojo el bono diario de metro-bus (6€), y gracias a que había revisado el recorrido Metro-Feria, voy directo sin dar rodeos (y eso que es la primera vez que voy, no como Santi… jem jem).

En la puerta de la feria
En la puerta de la feria

Hago el paseillo por la alfombra roja, y no hay más que seguir el guiaburros (o senda IKEA) que han montado en la feria para poder recoger el dorsal, la bolsa del corredor (unboxing en el vídeo), y darse una vuelta por los diferentes stands que hay montados, que recuerdan un poco a la calle Fuencarral por lo del asalto de los vendedores (en este caso de otros maratones). A partir del segundo ya cojo la táctica del lenguaje universal de «no hay pasta para tanto maratón», y salgo pitando de allí. En la zona más amplia hay stands de las principales marcas (NB, Brooks, Asics…), pero con precios «populares», así que «se mira pero no se toca», aunque las zapatillas y camisetas oficiales molan mucho, sólo son aptas para japoneses.

Haciendo el ganso, que para eso hemos venido
Haciendo el ganso, que para eso hemos venido

Ya casi saliendo me encuentro con Gerardo, que a última hora ve el SMS (sí, todavía existen) que le he enviado, y que se pira rápidamente hasta el día siguiente con un amigo que le aloja. En la salida de la feria han puesto un pedazo de mural con los nombres de los participantes, así que el entretenimiento es recorrer los 15 metros de lona a ver si te encuentras por ahí…

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Con la cartera todavía intacta cojo el metro de vuelta hacia Termini, que he quedado con Santi&family para comer, a ver qué se cuentan de la ciudad. Me llevan a un sitio tradicional con el dueño más comercial de la zona (vamos, un RRPP en condiciones), y pruebo los primeros spaguetti amatriciana del viaje, al dente como les gusta por aquí. Todo ello bien regado por una cerveza ¡de 66cl!.

Pizzeria Andrea
Pizzeria Andrea

Después de comer tomo posesión de la habitación del hotel, 3 camas para mí solito, así que deshago el escueto equipaje y me tumbo a descansar, que hay que recuperar un poco las piernas. Un poco más tarde, nos volvemos a reunir para dar una vuelta por la zona del Circus Maximus, subiendo hacia el ponte Palatino y el entorno del Campo dei Fiori, callejeando y descubriendo parte del recorrido de la maratón. Después de echar unas risas y unas fotos en la Fontana di Trevi hacemos escala técnica en otra Trattoria (de wifi en wifi, como el juego de la oca pero en moderno), y probamos una pizza de patata que nos sabe a gloria.

En la plaza Bocca della Verità
En la plaza Bocca della Verità
Fontana di Trevi, en compañía de las hordas de turistas
Fontana di Trevi, en compañía de las hordas de turistas

Logramos contactar con Pepe (aka el Lodosano Maratoniano), y nos vamos a cenar unas pizzas (para variar), también cerca de la estación de Termini, que se ha convertido en el campo base de las quedadas. El sitio la verdad es que no vale mucho, pero tiene ambiente y se ven varios grupos de maratonianos haciendo carga de hidratos adecuadamente (nosotros por vía sólida y líquida…). Tras un sube y baja de mesas (nos querían meter en la sala «vivan los novios»), cenamos pizzas, ensaladas y cazamos algún pollo (debían estar por ahí campeando, por lo que tardaron… jem). En fin, nos despedimos y al hotel, que al día siguiente tenemos paseo.

Sábado 22. Visitando +

El sábado madrugo «relativamente», ya que hemos quedado a las 8:30 para hacer la visita al Museo Vaticano (o a los museos, que son un puñado). El posible «exceso» de carga de hidratos del día anterior me pasa factura, así que desayuno regular y salgo zumbando, que hemos quedado de nuevo en Termini con Pepe y Santi para coger el metro. Cuando salimos en el metro «Ottaviano-San Pietro» ya se adivinan las oleadas de turistas con ideas parecidas a las nuestras, y a esas horas la cola para coger las entradas al museo ya es considerable, como también la de guías, pseudoguías y demás personajes que pululan en las zonas de turisteo a ver si cazan algo. Con nuestras entradas sacadas previamente vamos directos al acceso, y «voilá», estamos dentro en un santiamén. Mentalmente hago cuentas… ¡ostrás qué pastizal!, no me imagino la caja diaria que pueden hacer con todos esos visitantes, que son como una marea.

Una vez dentro vamos visitando las salas, siguiendo el recorrido «largo», hay que amortizar los 20€ de la entrada como sea. A mitad de camino hacemos una parada técnica de avituallamiento, en contra de lo que podía parecer, el café y la bollería son mucho más económicos que en sitios similares de por aquí. Junto con el ibuprofeno que me tomo «a pelo», me quedo como nuevo y listo para la visita de la capilla Sixtina, que es la joya del Vaticano. Como no se puede molestar con las fotos y tampoco hablar, apago todas las luces de la cámara y nos marcamos un selfie bien artístico  :mrgreen:

Selfie en la Capilla Sixtina
Selfie en la Capilla Sixtina

Después de la capilla queda el resto de museos, la pinacoteca, etc etc… que cada uno darían casi para una visita, es impresionante lo que hay aquí atesorado. Después de 3 horas de paseo, salimos fuera y vamos a ver la Plaza de San Pedro, por donde pasaremos al día siguiente en la carrera. La cola que hay para entrar dentro de la basílica nos desmotiva para entrar, no así para hacernos unas fotos de recuerdo, antes de tomar rumbo hacia el punto en el que hemos quedado después con el resto de la expedición.

La foto clásica de la plaza de San Pedro
La foto clásica de la plaza de San Pedro

Después de dar una vuelta, cruzar el puente de Sant’Angelo y posar delante del castillo del mismo nombre, localizamos otra Trattoria que tiene buena pinta (con wifi, claro), y nos reunimos allí para comer con casi toda la expedición (Alberto y Jen están en su maratona cultural particular  😉 ), la cosa se lía, se lía… y para no dar más detalles, sólo una imagen… je je je. Lo mejor fue las risas con la ensalada de Pepe, que tras leer las 12 que venían en la carta va el tío y se pide una «ensalada César» (que lógicamente no aparecía), y el descojone hasta que al final el camarero decide que le pone una ensalada verde y le echa una pechuga de pollo encima… y arreando que es gerundio.

Se nos va de las manos...
Se nos va de las manos…

Volvemos a nuestros aposentos a descansar un poco y hacer la concentración previa a la carrera, ahora ya se viene Gerardo al hotel, y echamos un par de horas (o tres) charlando, leyendo y comentando por las diferentes redes sociales, además de repasar el circuito de la carrera intentando visualizar el recorrido y el perfil de cara a no encontrar sorpresas después. Con la charla el tiempo pasa volando, y quedamos finalmente en nuestro meeting point habitual (el McDonalds de Termini), donde hacen también acto de presencia Alberto y Jen, que ya los echábamos de menos. Decidimos ir a cenar al Andrea’s, que pilla cerca, así que tras una pequeña espera nos aposentan en medio del comedor, y cuando traen los aperitivos (el aceite con guindilla «ándale ándale» y una sobreasada de impresión), nos ponemos mano a la obra como si no fuéramos a correr una carrera al día siguiente…

El pelotón esperando hambriento
El pelotón esperando hambriento

Yo me decido por unos canelones, y cuando me los traen… ¡mmmmm! una cosa deliciosa, con pasta casera, un relleno de carne delicioso, y una salsa de tomate (pomodoro, perdón), de traca… sencillos pero espectaculares. Aquí os dejo el documento gráfico

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Para liquidar la faena, no habiendo escarmentado de la comida, nueva ronda de limoncello, del que únicamente hago una degustación, no vayamos a tentar la suerte… Organizamos los horarios de quedada para el domingo, poniendo como punto de reunión nuestro hotel y cada mochuelo se retira a su olivo, ya con la cuenta atrás en la cabeza… tic tac!

Ya en el hotel, Gerardo y yo preparamos todos los bártulos, decidiendo qué llevar, dorsaleando la camiseta e intentando no olvidar nada para la carrera que llevamos preparando cuatro meses. A eso de las 12 de la noche ya estamos en el sobre, con el despertador a las 6:50. ¡Zzzzzzz!

Todo listo para mañana
Todo listo para mañana

Domingo 23. #elpastelaco llegó

Un buen rato antes de que suene el despertador ya estamos activos, Gerardo no ha pasado buena noche y va y viene a la máquina del té a ver si se le asienta el estómago. Yo por mi parte me encuentro bien y más o menos tranquilo. Ducha, café, galletas y a vestirse y recoger un poco la habitación. A las 7:30 se presentan Santi y Pepe con las maletas (ellos dejan sus hoteles, mientras que yo me quedo hasta el lunes), y al poco también llegan Alberto y Jen, el conserje del hotel empieza a pensar que en la 101 pasa algo raro… En el hotel hay otras habitaciones ocupadas por corredores, así que el trasiego de gente medio vestida que va a la máquina del café en continuo. Al salir a la calle, el tiempo no es muy apacible, con nubes y algo de viento, que no impiden que nos pongamos en ruta hacia el Coliseo con buen ánimo.

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Según nos vamos acercando, la marea de corredores aumenta, y por fin veo el Coliseo (para ser mi tercer día en Roma ya era hora), siguiendo la ley de Murphy hemos quedado justo al lado contrario de la zona por la que se entra al recinto de la carrera, pero bueno, así calentamos un poco (más).

El equipo de maratonianos
El equipo de maratonianos. Servidor, Santi, Gerardo (un poco mustio), AlberTirantes y Pepe

Nos despedimos de Jen al pasar la valla de entrada, y a partir de aquí nos dividimos en dos grupos, Pepe, Alberto y Gerardo van al cajón B, y yo me quedo con Santi, mientras buscamos el camión para dejar la mochila, que al final resulta ser el primero de la fila (otro paseo de calentamiento más), en el que depositamos las pertenencias la élite y nosotros. Aquí ya han caído unas cuantas gotas de agua, y las nubes que circulan a toda pastilla por el cielo no auguran nada bueno. Nos metemos en el pasillo que tenemos asignado (una pasada la organización y el control, al menos 4-5 personas verificaron que llevábamos el dorsal adecuado antes de entrar en nuestra zona). Quedan como 15 minutos para la salida y empieza a caer un chaparrón de los de verdad (ale, segunda ducha del día). El reportero dicharachero y la música deja de oirse, y al rato avisan de que se retrasa un poco la salida porque se habían quedado sin electricidad.

El corazón empieza a latir más rápido y de repente estamos haciendo la cuenta atrás… 3, 2, 1 y allá vamos! Nos deseamos suerte y pasamos por el arco de salida, como es normal, al principio vamos mirando un poco al suelo para sortear bolsas de basura, ropa y los agujeros con un palmo de agua que hay, a ver si vamos a empezar con una galleta en plan Seb Chaigneau y UTMB 2012…

Allá vamos!
Allá vamos!

En cuanto llegamos al km 1 Santi ya tiene la primera incontinencia, así que parada (ya se estropeó la media)… y seguimos corriendo. Vamos con la botella de isotónico en la mano, para poder ir hidratando tranquilamente y no depender de los primeros avituallamientos, que como todavía la gente va muy apelotonada, son los más complicados de la carrera. Me cuesta un poco mantener el ritmo de Santi, pero dado que la estrategia es mantener y llegar lo más entero posible a la segunda media y luego «ya veremos», le voy esperando y nos vamos alternando las paradas para cambiar aguas hasta más o menos el km 12. El recorrido de la carrera es muy llano y no tiene prácticamente ninguna cuesta, así que me encuentro muy descansado y voy charlando y disfrutando del «paseo», mientras voy grabando vídeos con la GoPro.

De paseo por Roma
De paseo por Roma

Los avituallamientos cada 5 km están bien surtidos, no tengo problema en coger agua/isotónico en cada uno de ellos, así que aprovecho para hidratarme bien, que luego ya sabemos lo que pasa con los que van con prisas y lo dejan todo para el final, cuando llega el señor del mazo. En el km 18 enfilamos la plaza de San Pedro y hacemos las pertinentes fotos, parando incluso para hacerle unas a una corredora que no atinaba ni a desbloquear el iPhone a la que le digo «¡tranqui que ya no creo que ganemos!» 😀

Llegando al Vaticano, corriendo sin mirar (peligro, peligro)
Llegando al Vaticano, corriendo sin mirar (peligro, peligro)
Otro selfie Vaticano
Otro selfie Vaticano

Pasado el km 19, ya fuera del recinto del Vaticano me despido de Santi, que va a un ritmo más lento, nos deseamos suerte y acelero para intentar coger un ritmo un poco más elevado. El paso por la media lo hago en 2:15:38, y ya voy todo el tiempo adelantando a gente. A partir del km 25 ya se ve bastante gente que va justa, y algunos andando… pufff!. Cojo un ritmo en torno a 5:30, aunque en los avituallamientos cada 5 km paro a beber y tomar los geles que llevo (km 25 y 35), que tampoco se me ha perdido nada. En el km 28 viene el primer repecho, que subo sin problemas, y luego ya en el km 35 se pasa por un túnel, a cuya salida está el avituallamiento, y empieza a llover de nuevo cuando llegamos a la zona de adoquines, y pasamos la piazza Navona bajo la lluvia, mientras la gente aposentada en las mesas de los restaurantes anima.

El paso por el centro de la ciudad está completamente vallado, en algunas zonas parece un poco «walking dead», pero sigo avanzando sin parar, ya descontando los km del último 10.000 como se deshoja la margarita, sólo noto un «poco» cargados los cuádriceps, pero por lo demás ninguna molestia, da gusto correr así 😉

Adelantando cadáveres en el km 40
Adelantando cadáveres en el km 40

Ya sólo queda el último repecho al llegar al km 41, el avituallamiento está un poco antes en el túnel, y aprovecho para beber un poco y andar unos metros, aunque en seguida retomo el paso, y a por el último km. A esta altura de la carrera me acuerdo de los adoquines y la madre que los parió, pero bueno, no vamos a torcer el gesto para la foto y el vídeo de meta. Cuando quedan como 50 metros de repente viene uno a 4’/km y me da una lijada que pienso «¡ya podías haber dosificado mejor, macho!» ja ja ja. Bueno, el tema es que después de dar gracias a todos por haberme permitido llegar hasta aquí (y en especial a mis piernas, que son las que se han comido #elpastelaco), resulta que he hecho la segunda media en 2:04:58, con lo que sumando tenemos el tiempo final oficial… 4:20:36! Que no es para tirar cohetes, pero QUÉ BIEN ME LO HE PASADO!  😆

Entrando a meta
Entrando a meta

El «servicio» a partir de aquí es impecable, unas chicas muy monas te ponen la medalla, otras te dan una manta térmica y a continuación el avituallamiento con una bolsa que te puedes colgar con agua, isotónico, fruta… vamos, una gozada. Sigo andando hasta el camión, y en cosa de 15″ me han dado la mochila. Impresionante.

Otra medalla a la saca
Otra medalla a la saca

Me cambio la camiseta para no quedarme frío y me quedo esperando a Santi, ya que tengo su ropa en la mochila, en esos momentos el tiempo va alternando entre nubes, sol y amagos de lluvia. Unos 45 minutos después aparece con su medalla ¡bien!, y viendo el cariz que van tomando las nubes enfilamos hacia la salida de la zona de corredores. A medio camino se abre el cielo y cae la del pulpo (again).

La foto-finish con el Coliseo al fondo
La foto-finish con el Coliseo al fondo

Todo el camino de vuelta al hotel lo hacemos bajo la lluvia, con lo que cuando finalmente llegamos estamos como sopas desde la cabeza hasta los pies, así que subimos a la habitación, por la que han pasado Pepe y Gerardo, que se han duchado, cogido sus trastos y abandonado, con lo que el del hotel seguro que se pensaba que allí teníamos montado un negocio de «camas calientes» para corredores… no sé yo… El tema es que me encuentro en la mesa de la habitación con botellas de agua, Gatorade, galletas, fruta, bizcocho… todo lo que les sobraba me lo han dejado allí (cosas de Ryanair y su «low cost»).

Bueno, el tema es que se ducha Santi mientras voy recogiendo cosas, y cuando me meto en la ducha llegan Elena y Jorge, que han ido a comer por allí cerca. De repente, debajo de un folleto descubro un DNI… de Pepe! Ya me veo con compañía esa noche cuando llegue a la puerta de embarque del avión y le pidan la documentación… Intentamos contactar con él pero no da señales de vida, uy uy uy… Total que como Santi&family tienen que irse hacia la estación, decidimos comer allí y les acompaño, con el DNI de Pepe en el bolsillo para ver si aparece en algún momento (yo en mi fuero interno me veía de camino a Ciampino…). Finalmente nos llama cuando quedan 3 minutos para que salga su bus al aeropuerto y se pega una carrera para recoger el DNI y poder llegar a tiempo al embarque, cosa que finalmente logra… ufff!  😀

Después de comer despido a la familia Caminero-Canales, que también parte para los madriles, así que me vuelvo dando un paseo (y van… ) al hotel y me echo un rato a descansar, con la medalla puesta, claro. A partir de aquí ya es «aventura personal», salgo a cenar cerca del hotel y descubro que teníamos la heladería más antigua de Roma a 5 minutos a pata, así que no pierdo la ocasión y allá que me voy a tomar un tiramisú… MMMmmmMMMMMM…

Palazzo del Freddo
Palazzo del Freddo

Entre medias del paseo seguían cayendo chubascos cada cierto tiempo, y finalmente llegué entero al hotel, donde me metí un sueño reparador, no sin antes haber chequeado que todo el mundo hubiera llegado sano y salvo a casa.

Conclusión: cuarto maratón finiquitado con todo en su sitio 🙂

Lunes 24. Roma a mi bola

Me desperté relativamente pronto, a eso de las 7:30 ya estaba en la ducha y recogiendo las cosas, un poco tieso de piernas pero sin ninguna molestia en especial. Recogí los trastos del hotel, desayuné y bajé la maleta a recepción, ya que el avión lo tenía por la noche y quería aprovechar el día para ver la ciudad a mi aire. Como no tenía ningún plan prefijado, decidí que lo mejor era irme «a lo lejos» y volver serpenteando, ya vería el ritmo que llevaba, así que cogí de nuevo el metro, esta vez bajando a la estación de Manzoni, que me quedaba más cerca del hotel, y fui hasta la del Vaticano.

Tampoco quiero enrollarme con más detalles, sólo comentar que entre pitos y flautas creo que me hice más de 10k a pata, que como estiramiento «post carrera» creo que no está mal, todo ello aderezado con numerosos chaparrones, con lo que iba de monumento en monumento aprovechando los aguaceros para refugiarme en la iglesia o atracción que me pillara más cerca.

Refugiado en el Panteón mientras cae un diluvio
Refugiado en el Panteón mientras cae un diluvio

Además, como tenía encargos familiares, la mochila se iba llenando con viandas, así que el «entreno de recuperación» acabó siendo un buen paseo fotográfico, del que ya subiré las fotos al Flickr.

Sale el sol en el Foro Imperiali. Un rato después se desploma el cielo sobre nuestras cabezas
Sale el sol en el Foro Imperiali. Un rato después se desploma el cielo sobre nuestras cabezas

Finalmente recojo las maletas en el hotel, vuelvo por última vez a la estación de Termini, tren al aeropuerto y vuelo «enlatado» a Madrid. En resumen, que me meto en la cama a eso de la 1:30 del martes… THE END!

Postdatas varias y referencias

Como mi crónica no ha sido la primera, aquí voy añadiendo las referencias por orden cronológico:

Los detalles de la carrera en el Garmin:

Enlace al vídeo oficial de carrera, primero sale un anuncio pero luego va enlazando las cámaras por los diferentes puntos de paso… AQUÍ.

Los tiempos oficiales de paso salen en la página web:

certificado-7080

Como se ve, a partir del k15 adelanté a más de 2.700 personas… je je je ¡hachazo!

En cuanto tenga el vídeo que hice con la GoPro lo enlazo aquí abajo. Si queréis estar al tanto, mirad mi canal de YouTube.

Otra para la galería
Otra para la galería

Nos vemos en Obstó! 😉

Actualización 01/04/2014. Ya están los vídeos subidos en este POST

Actividades semana 8 (Roma -27 días) y Media Maratón de Latina

Pues como quien no quiere la cosa, estamos a 4 semanas de que llegue el primer «gran» momento de la temporada, justo cuando se celebra la Maratón de Sevilla, a la que fueron muchos amigos. Viendo los previos y la emoción de la carrera, ya se me pone la piel de gallina sólo de pensarlo. Tal y como vengo haciendo desde que me abandonaron las molestias, he ido adaptando el plan de entreno en función de las sensaciones (y el tiempo disponible), más que nada para intentar llegar entero. Comparando con la semana pasada, he separado más los entrenos, acabando el domingo en la MM Latina, con lo que al final sumo 45 km esta semana.

Tiradas de las dos últimas semanas
Tiradas de las dos últimas semanas

Y el día a día:

  • MartesRoma 81/99. Día de series, calentamiento+10x(1’Z2+1’Z4)+enfriamiento. El GPS se lía y no deja de dar la brasa con los ritmos. Yo a lo mío y entreno completado OK 😉 Zapatillas: Merrell Bare Access 2
  • Viernes:  Roma 82/99. Series de 800m en el circuito del Canal. Calentamiento + 8x(800m en 3’45» + Z2 3’45»)+enfriamiento. Zapatillas: NB 1080v2
  • DomingoIX Media Maratón de Latina. Mi primera participación en esta media clásica madrileña. Salgo a buen ritmo, pero a partir del km 10 el entrenamiento del viernes pasa factura y tengo que apretar los dientes para no parar. Al final llego a meta bastante cansado, pero terminé, que no es poco. Zapatillas: Nike Lunarglide+ 2

El viernes, al grabar el entrenamiento en el reloj, se queda bloqueado y lo tengo que dejar hasta que se queda sin batería. El sábado, después de cargarlo de nuevo y encenderlo, aparece el entrenamiento, pero se vuelve a bloquear el reloj, así que me leo el post que hice sobre los posibles reseteos del reloj (aquí), y voy probando opciones que no funcionan, así que finalmente corto por lo sano y le hago el hard-restet.

Aprovecho el domingo para instalar el nuevo Garmin Express, que sustituye al Ant+ Agent, y vinculo el reloj sin problemas (apunto el actualizar el post con este tema).

IX Media Maratón de Latina

Dentro del calendario de carreras, una clásica en la preparación del Mapoma, que este año corría por primera vez. Después de la experiencia en Fuencarral de hace dos semanas, no me imaginaba que iba a sufrir tanto en una carrera que yo me imaginaba a priori «más fácil». Había abierto el evento como «posible» en el FB de los RdB, y de repente en los últimos días se apuntó bastante gente (casi todos los que no se habían ido a Sevilla u otra carrera ya comprometida). De esta guisa, llego a recoger el dorsal, dejo la bolsa en el ropero (todo muy rápido y bien organizado), y como hacía fresquete, me acerco al Lavinia a ver si alguno más se ha refugiado allí… ¡bingo!

Al rato nos encontramos también con Alber (el presi), Forres Juan, Jorge y Jesús, pero como queda poco y hay que coger sitio en la salida, al final nos hacemos las fotos «en diferido», ya haremos un montaje en «Fotochof» si eso 😆

Foto de Mapi
Foto de Mapi

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Tras las fotos de rigor nos vamos a nuestras posiciones, hablo con Jorge y como tenemos una idea parecida de ritmo, salimos juntos de palique en los primeros tramos de carrera, cuando se amontonan los corredores, y como nos hemos situado bastante atrás, no paramos de ir adelantando gente en estos primeros compases. A partir del km 7 la carrera se estira y Jorge aviva el ritmo, con lo que decido retener un poco y no quemar todos los cartuchos pronto. En este tramo estamos rodando entre 4:30 – 4:45, aunque al ser más o menos en bajada se lleva bien. Sin embargo de vez en cuando aparece alguna «tachuela» que va anticipando lo que vendrá. En la rampa de acceso a la Casa de Campo las piernas empiezan a quejarse, así que cuando llego al km 10 empiezo pensar que la vuelta va a ser «fina»… Cojo el vaso de isotónico en el avituallamiento y me lo bebo entero mientras voy andando, con el percal que me espera más vale ir hidratado. En el km 12 empieza «la vuelta» hasta «eldorado» de la meta, a partir de aquí la idea es ir descontando kilómetros hasta que se acaben, parece una tontería, pero a mi me ayuda mucho en estos casos el ir pensando «uno menos».

El perfil de la carrera... uff
El perfil de la carrera… uff

Un poco más adelante veo a Shin, que se multiplica en la carrera, aunque está de baja por lesión, no para de animar, saludar y hacer fotos ¡un recuerdo para tí! 🙂

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Foto cortesía de Shin 🙂

Como al final todo llega, consigo llegar al estadio sin parar aunque más de una vez estuve tentado, pero siempre pensaba «como te rajes ¿en Roma que vas a hacer en el km 30?»  Después de entrar en meta (fundido), cojo la bolsa con el avituallamiento y la camiseta de finisher, veo a Jorge que me está esperando y me tumbo en el césped, creo que es la primera carrera en la que necesito tomar aire un rato… ufff

Descansando en la hierba con la camiseta de la bolsa del corredor
Descansando en la hierba con la camiseta de la bolsa del corredor

La verdad es que ha quedado una mañana estupenda, así que no tengo mucha prisa por levantarme, pero como tampoco es cuestión de quedarse frío, recojo la mochila y nos vamos a tomar una cerveza al Lavinia (donde el VII Run&Bravas). Después de las risas habituales y saludar a Antonio, Gerard, Jennifer y demás amigos/as… vuelta a casa a ¿descansar?… pero esa es otra historia 🙂

Lecturas recomendadas

De entre los artículos que he leído esta semana en blogs varios, recomiendo un par de ellos que me han gustado especialmente:

Y para finalizar, una imagen inspiradora (vía TrailPorn

Amiee Maxwell running off into the distance of the Highland Mary Lakes loop in the San Juan Mountains.

Actividades semana 6 (Roma -41 días)

Semana muy variada en la que volví a coger la dinámica de los 4 entrenamientos semanales, aunque esta vez aderezados con una quedada gastro-runeril y una carrera, la MM de Fuencarral – el Pardo. Da gusto el volver a sentirse con cada músculo colocado en su sitio, aunque todavía con una cierta sensación de no creérmelo del todo, siempre a la espera de ese pinchazo o molestia que vuelva a hacer saltar las alarmas. Pero vayamos a la crónica…

Entrenamientos

La idea era seguir con el plan del miCoach como si nada hubiera pasado, así que ni corto ni perezoso me puse a ello y le metí al reloj los entrenamiento planeados (por algo se empieza, ilusión que no falte), y comienzo por cambiar el primer entreno del lunes al martes, ya que el lunes todavía tenía un poco cansadas las piernas de la tirada larga del sábado pasado (pues sí que te ha durado el plan, machote…). Para abrir boca pongo el gráfico con el resumen de salidas de la semana, y luego los comentarios:

Semana-6-2014

Y el día a día:

  • MartesRoma 73/99. Primeras series en dos meses, echando los higadillos pero acabándolas, como debe ser. Calentamiento +10x(1’Z3+1’Z4) +Enfriamiento. Pasando el entreno del lunes al martes para no perderme el viento y la lluvia y así poder probar la chaquetilla Salomon en condiciones, je je je. Zapatillas: Puma Compete Ventis 2.
  • Miércoles: Roma 74/99. Entrenamiento en pirámide. Calentamiento +10’Z2 +20’Z4 +10’Z2 +Enfriamiento. Aprovecho la hora de la comida y un tiempo ideal para correr por el Retiro, con sol y los caminos húmedos. Al final, los ritmos en la zona deseada, feliz como una perdiz. Zapatillas: Merrell Bare Access 2.
  • Sábado:  Roma 75/99. Quedada en la Casa de Campo con los RdB&friends para trotada y desayuno. Tocaban 45′ a ritmo tranquilo, así que un bonito paseo en un día gris, disfrutando del campo y rematando con un desayuno en el Urogallo al estilo «runner» 🙂 Zapatillas: Cascadia 7. (Luego cuento más)
  • Domingo: XXX Medio Maratón de Fuencarral – El Pardo. Segunda participación en la carrera (la media más dura de Madrid, según dicen), en un día que amaneció gris y que acabó con lluvia. Regulando bien, subiendo las cuestas del Pardo con mejores sensaciones que el año pasado. Zapatillas: Nike Lunarglide+ 2

Quedada en la Casa de Campo

El sábado, después de una cadena de emails, evento en FB y mensajitos varios, acudo a la llamada de nuestro indómito Alberto «el jefe» (Runnerchef), para un trote «ligero» por la Casa de Campo para después charlar de lo divino y lo humano sobre el futuro de nuestro querido club CDE Runners de Barrio. Aunque la mañana se presenta gris y con riesgo de lluvia, allá que aparecemos unos cuantos con ganas de pisar algo de barro. Como varios tenemos al día siguiente la MM Fuencarral, no es cuestión de salir a darlo todo, así que a pesar de las ganas que tiene de darle zapatilla la perrilla de Mónica y Celso, yo me hago el «Spielberg» con la GoPro y me quedo en el furgón de cola a hacerle unos «slowmotions» a Santi (y hasta ahí puedo leer…). Para que veáis que era verdad, ¡adentro «pinícula»!

Cuando acabamos la parte de correr fuimos a buscar buenas posiciones en las mesas del Urogallo, y dimos rienda a ese estómago que reclamaba su aporte de calorías para compensar la quema realizada en la trotada cochinera…

Para calentar motores, algo ligero...
Para calentar motores, algo ligero…

Según fue llegando el resto del pelotón, la cosa se fue animando, y entre batallas por aquí, batallas por allá, albóndigas, lacón y no sé qué más cosas que se iban paseando por delante de mis narices, pasamos un rato estupendo, aunque no «rematamos faena» en el motivo principal de la quedada, aunque sirva como antecedente y punto de partida el estupendo post que se escribió Jorge (aka «plumafácil») en su blog al día siguiente… «¿UNA NUEVA ETAPA PARA RUNNERS DE BARRIO?«

XXX Medio Maratón de Fuencarral – El Pardo

Repito la carrera del año pasado, un placer volver a saludar a tanta gente conocida que se ha apuntado, muchos de ellos con vistas a la Maratón de Sevilla, que es dentro de dos semanas. Como detalle, número curioso de dorsal, casi aciertan con mi año de nacimiento 😉

Casi aciertan con el dorsal...
Casi aciertan con el dorsal…

Salgo en la parte de atrás del grupo, haciendo el primer km tranquilamente, y después ya cojo mi ritmo y voy regulando para intentar llegar lo más entero posible a la zona de las cuestas de El Pardo, que empiezan en el km 12,5.

Saludando a las Gacelas...
Saludando a las Gacelas…

 El gráfico creo que lo dice todo, alegrías, las justas.

Perfil de la carrera, primero lo bueno y después a echar el resto
Perfil de la carrera, primero lo bueno y después a echar el resto

Al final llegué bastante bien, aunque Juanlu me adelanta a 500m de meta (el año pasado en el km 13, vamos mejorando…), tiempo oficial: 1:50:56. La recogida de la bolsa un poco follón, empieza a llover y lo de estar 15 minutos bajo la lluvia… apuf!

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Corriendo nos refugiamos a tomar algo calentito y cambiarnos de ropa, momento en el que aparece el gran Shinichi, que está lesionado, así que aprovechamos para hacer un poco de postureo #yotambientengounafotoconshin

Con Shin, foto cortesía de Mapi :-)
Con Shin, foto cortesía de Mapi 🙂

En fin, otra estupenda mañana, objetivo conseguido!

Próximo reto, el Medio Maratón de Latina (23/02/2014)

A modo de coletilla, incluyo el montaje (no me vuelve loco, pero es lo que hay), del vídeo de la San Silvestre 2013 que corrí medio/bastante lesionado.