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Hay vida después del maratón. Actividad y nuevos retos

Llevo unas semanas con la tecla caída después de la que os metí con la Maratona di Roma (espero que hayáis visto los vídeos y demás, que vaya tela para montar todo  🙂 ). Temas laborales, familiares, o mejor dicho, que no encontré el momento adecuado para ponerme a escribir un rato y manteneros al día, pero bueno, como agua pasada no mueve molino, corramos un estúpido velo y a recuperar el tiempo perdido.

Como se ve en el lateral del blog, (hasta que lo borre), el próximo #pastelako es el Trail de Peñalara en su versión de «sólo» 80 k, (aunque a mí me salen más, ya veremos), que aunque no voy de «novato» porque lo hice el año pasado, han cambiado una parte del recorrido y la salida, así que en cierto sentido habrá cambios. Personalmente lo de salir de madrugada no sé si será mejor o peor, pero ya se vaticina una chicharrera de subida a Peñalara que más de uno ya está cargando botijos por lo que pueda pasar.

Dos semanas después de Roma corrí la Media de Madrid, aunque esperaba aprovechar el efecto de supercompensación, la verdad es que no había recuperado bien, así que tuve el momento «superbajón» y a partir del km 15 tuve mi propio viacrucis, así que levanté el pié y sufrí lo justo para llegar a meta con una buena sonrisa en la cara.

Niebla antes de la MM Madrid
Niebla antes de la MM Madrid

Este año no corrí el Mapoma, pero tampoco estuve parado, ya que nos habíamos apuntado a la marcha «Cruzapedriza«, así, en plan no competitivo (vamos, que si quedas el último no te lo rebozan como en otras carreras  😛 ), y allá que nos fuimos el sábado 26 de abril a echar la mañana, momento en el que aprovechó la señora meteorología para soltarnos una buena chupa de agua. A modo de resumen os adjunto la «pinícula» que grabé del evento.

Como con los 25k que nos marcamos a troticochi no me quedé contento, por la noche me puse un rato el compex en las piernas, para poder salir el domingo y correr un rato (lo que las piernas aguantaran). Así que el domingo me puse el despertador temprano, cogí los trastos en «autosuficiencia» y me bajé a Cibeles a ver lo que se terciaba. Casualmente, año que no me apunto a Mapoma y sale un día estupendo para correr, aunque para algunos un poco caluroso. En la charla previa resulta que había dorsales a cascoporro (aparte de los fotocopiados, que eso es otra batalla), así que si me hubiera animado…. hubiera cascado fijo…

Igual que el día anterior, me dediqué a grabar mi «pinícula», en la que salen un montón de amigos, conocidos y sobre todo muchos desconocidos  😆

Espero ir recuperando poco a poco la soltura con las teclas y subir contenido con algo más de regularidad (volver al «post semanal»), porque si no se me aturullan las ideas y me dejo muchas cosas en el tintero (con el mismo nulo interés para mucha gente, pero bueno, eso es otro tema).

Joer, ya se me olvidaba poneros otro vídeo más de un domingo por la Casa de Campo, dando una vuelta con mi tocayo (@jonteller) y Carlos (@fisioteko) , así como el de Formentera, isla en la que estuve en un fugaz viaje de trabajo, pero que he dejado marcada en la «wishlist» para repetir en plan tranquilo.

No se me despisten, que pronto habrá más 🙂 

Komando Bandoleiros de Garrafón S01 E03. Camino Schmidt

16/03/2013. Cambio de tercio. Viendo el paquetón de nieve que había caído esta semana, el viernes se gesta una compra de raquetas de nieve entre Katia, Jorge y Juanito para poder subir a la sierra, mientras que yo decido ir con las tablas de travesía. La cita se concreta a las 6 de la mañana, y mientras voy llegando a Guadarrama, algo en el Whatsapp me hace dudar… ¿Venta Arias? ¡Si eso no está en Cercedilla!. Aquí el «experto» en la sierra iba pensando en Casa Cirilo en las Dehesas mientras sus compañeros suben a Navacerrada… pues ¡arrás! en el TomTom y cambio rumbo hacia el puerto de Navacerrada.

A estas horas (5:45 de la mañana) no hay un alma por la carretera, y al pasar de los Molinos la lluvia da paso a la nieve, con lo que cuando llego a la altura de la Venta Real ya hay algo de nieve en la carretera, ¡glups!. Aflojo la marcha, y ya por el Ventorrillo pasa un quitanieves, así que subir, subo. En el parking de Venta Arias ya están los demás esperando, así que nada más saludar y dar los buenos días termino de poner las pieles a los esquís y salimos para arriba. Se barajan varias opciones, pero viendo la ventisca que hace y lo cerrado de la noche optamos por ir a andar por el camino Schmidt, que estará más resguardado de las inclemencias del tiempo, y total, para ir a probar las raquetas y hacerse con ellas, mejor un terreno menos hostil que una ladera venteada.

Al poco de andar, cuando estamos cruzando la pista del bosque, a Katia se le sale la raqueta, y vemos que le falta una pieza de la fijación. Desandamos un tramo del camino con frontales y 8 ojos, pero no la vemos, y decide volverse al coche, dada la cantidad de nieve que hay.

El resto seguimos por el camino Schmidt abriendo huella, aunque quedan unos restos de los últimos paseantes del viernes, que nos sirven para ir intuyendo el camino, dado que no se ven prácticamente las piedras de la cantidad de nieve polvo que hay.

Parada en el camino. Nieve a tutiplén
Parada en el camino. Nieve a tutiplén

Cuando llegamos a la Fuenfría, decidimos subir a Cerro Minguete por decir que hemos subido algo, así que cogemos ladera para alante hasta arriba sin parar. En la cumbre, foto rápida y para abajo, que aquí pega el aire y te quedas tieso en un momento.

En la cumbre de Cerro Minguete
En la cumbre de Cerro Minguete

Una vez nos reunimos en Fuenfría (los esquís aquí sí que daban un poco de ventaja) decidimos regresar por la misma ruta del camino Schmidt, que está más protegida, porque el temporal venía de suroeste y pegaba por la zona de Cercedilla.

Foqueando de vuelta a Navacerrada. Foto by @jonteller
Foqueando de vuelta a Navacerrada. Foto by @jonteller

A la vuelta se van notando las piernas cargadas, y aunque el paisaje sigue siendo espectacular e irreconocible, dado que no se ve ni una piedra, una vez que volvemos a cruzar la pista del Bosque las ganas de quitarme las tablas son importantes, así que nos juntamos con las xXXXxxxx mil personas que habían subido a Navacerrada a ver la nieve, y como estábamos bastante cansados y algo mojados, cogimos los coches y sin piscolabis por medio nos volvimos cada mochuelo a su olivo, eso sí, después de despedirnos con una gran sonrisa en la cara, no todos los días se pilla una nieve así en Guadarrama. 🙂

Como estaba muy concentrado en lo mío, al final ni saqué la GoPro, así que la «pinícula» de hoy son los vídeos de Jorge, que al llevar la cámara enganchada al bastón, fue haciendo varias tomas muy chulas.

La ruta según el Garmin:

Komando Bandoleiros de Garrafón S01E01. La Jarosa. 19k y +780m/-780m

Después de un tiempo intentando apañar una kdd, con problemas como «tengo hora en la pelu», «no me ha llegado el frontal», y tras haber recibido todos los regalitos de reyes vía Seur, Correos, etc… finalmente sólo hicieron falta 30000000 mensajes en whatsapp para concretar sitio, hora y recorrido. El motivo real de haber quedado, todo hay que confesarlo, es que Jorge llevaba sus famosos «zerotillos de chocolate»… que si no…

Los famosos zerotillos
Los famosos zerotillos

Domingo, 5:30 de la mañana… ti ti ti ti… PLOF! ¿Pasa algo? De repente recuerdo vagamente que anoche estaba preparando la mochila y la ropa para salir a trotar. Me arrastro de la cama, enciendo el móvil y primeros mensajes «Ola ke ase», «KAFE K ASE» y similar… parece que estamos todos igual de zumbados. La idea de emular (en plan garrafón), a los Bandoleros del Guadarrama en los que milita nuestro amigo @kbralok, nos anima a pesar del madrugón.

A las 6:45 estamos todos en el polideportivo de Guadarrama, ¡otia qué frío hace!, noche cerrada y ni un alma por la zona. Vamos a la zona de aparcamiento en el embalse de la Jarosa y a la luz de los frontales terminamos de equiparnos el KBG. Katia, Juanito, Jorge, Pep y el que suscribe. (No seáis impacientes, no hay fotos porque no se ve NADA todavía 🙂 )

La idea es subir hacia Cabeza Líjar y hacer un recorrido circular hasta el refugio de la Salamanca por el cordal que separa Madrid y Segovia en esta zona de la sierra. Como Katia y Juan ya han hecho este recorrido, nos van guiando por pistas y senderos con mayor o menor inclinación, hasta que cogemos una trocha cuesta arriba de las de «calentar gemelos». A mitad de la misma decido sacar los bastones que llevo de estreno, momento a partir del cual la pendiente se suaviza (cómo no).

Llegamos a la pista que conecta el Alto de los Leones con Peguerinos, aquí ya hay bastante luz para apagar los frontales, así que envueltos en el blanco del suelo, los árboles y el cielo vamos andando en medio de una atmósfera mágica. En un momento se abre un hueco entre las nubes y la salida del sol parece un incendio entre los árboles… alucinante…

Amaneceres
Amaneceres
Parece mentira, pero era así. Foto de Jorge
Parece mentira, pero era así. Foto de Jorge

 Seguimos hasta el collado que separa las dos vertientes de la sierra, momento en el que abandonamos la pista y subimos por la cresta hacia el refugio de la Salamanca. El camino discurre entre árboles que parecen de nata, y tenemos que ir agachados en muchos trechos para poder pasar. La llegada al refugio la hacemos entre la niebla y un aire gelador. Nos metemos en el refugio, pequeños sorbos de café y agua, y a preparar la bajada.

Desde el refugio el camino es una bajada con bastante piedra, que al poco se convierte en sendero trotable, en el que hay que tener cuidado en algunas zonas por la presencia de hielo (cualquiera resbala y cae, ¿eh Pepe? 😛 ), pero fundamentalmente pisamos nieve y suelo tipo «permafrost», que cruje y se hunde con nuestras pisadas. Según vamos bajando de cota, la nieve va disminuyendo, y a mitad de bajada ya luce el sol, que agradecemos, y sobre todo el recuperar la sensación de tener manos, que se echaban de menos 😉

En el último tramo de pista aparecen varios arroyos que cruzan la misma, en la primera meto una pata en la HELADA agua, así que en los siguientes y al grito de ¡bandoleiroooo! directamente me lanzo a cruzarlos por el medio, cosa que hacen también Katia, Pep y Jorge… De manera que ya seguimos sin parar hasta el coche, so pena de quedarnos sin pies…

Al llegar al aparcamiento hacemos el desayuno con honores de los zerotillos, acompañados de café, té y bebidas de composición y nombre irrepetible, a la vez que nos contorsionamos un poco para estirar las piernas y no subir a los coches como las muñecas de Famosa. En resumen 19K, +/-780m de desnivel de subida y bajada, y un día precioso que nos podíamos haber perdido si el despertador no hubiera sonado a tiempo 😉

Bueno, que no he dicho nada hasta ahora… aquí va el «flim» del evento, como siempre (desde navidades) cortesía de mi GoPro. ¿Qué os parece?

El perfil de la ruta…

perfil-KBG-Jarosa

Y el track del Garmin, para variar…