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Actividades semana 46 (Roma -125 días)

Esta semana ha sido un poco «rara» en cuanto a entrenos. Me explico, el lunes todo OK, las series estupendamente, y ya pensando en la salida de trail del sábado. A partir de aquí se fueron liando los días, entre pitos y flautas pasé olímpicamente de los entrenos del miércoles y el viernes, así que lo dejé directamente para la salida del sábado y no llegar muy cansado, que se preveían 28k así de primeras.

El resumen de la semana queda así de manera gráfica:

Semana-46

Y el día a día:

  • LunesRoma 25/99. Los lunes, series. Calentamiento + 10x (1’05″Z2 + 25″Z5) + enfriamiento. Buenas sensaciones, y el podómetro decidió venir a la vida a mitad de entreno 🙂 Zapatillas: NB 1080v2.
  • SábadoTrailrunning con el KBG&friends. Ruta con Beto, Claudio, Jorge y Juan realizada el primer día de nieve de la temporada, hasta el refugio de la Salamanca disfrutamos del sol, pero a partir de ahí el día se fue cubriendo y acabamos con una ventisca en Peñota bastante importante, lo que nos hizo acelerar para bajar a Casa Cirilo (cerrada por vacaciones). Fin de fiesta con unas cervezas en Cercedilla. Zapatillas: Cascadia 7

A pesar de todo, lo del sábado fue una pasada, que relato brevemente. Tras un madrugón de los buenos (despertador 5:00), me recoge Jorge (@zerote) en El Goloso y nos vamos a las Dehesas, donde hemos quedado con el resto del equipo, formado por mi tocayo Juanito (@jonteller), Beto (@Betocrunch88) y Claudio (@mrcheidel). Traslado a Peguerinos en la betoneta para empezar la ruta, aparcamos en la plaza y, aunque hace un frío considerable, salimos al trote con los primeros rayos de sol.

Dejando la betoneta en Peguerinos
Dejando la betoneta en Peguerinos

Subimos buscando la carretera que lleva hacia El Escorial, que abandonamos para ir a coger el cresterío de Cuelgamuros, y pasamos primero por el refugio de la Naranjera (derruido), hasta llegar al refugio de la Salamanca (semiderruido), en el que estuvimos en la primera salida bandoleira.

Saliendo de la Salamanca
Saliendo de la Salamanca

A partir de ahí se fue el sol y empezó a estropearse el tiempo, ya en Cabeza Líjar soplaba un buen airecito, y el resto de camino, pasando por el alto de los Leones del León (pobrecico, con el frío que hace y solito) y la cresta hasta Peñota con bastante rasca (-7 C en la cumbre). Así que la bajada a Cercedilla la hicimos con gusto a toda la mecha que nos dejaba el camino, para al final encontrarnos con Casa Cirilo cerrada por vacaciones… ¡facepalm!

En resumen, que lo pasamos PIRATA! 🙂

Aquí os pongo un adelanto del vídeo que grabé el sábado.

Y este es el supervídeo currado con su reluciente GoPro Hero 3+ de Jorge, una pasada.

Bueno, y eso es lo que dió de sí la semana, la próxima… más

Cuando tenga las fotos subidas a Flickr ya dejo por aquí el enlace 😉 

PD: ale, ya tenéis las fotos en FLICKR

Komando Bandoleiros de Garrafón S01E02. La Pedriza

Estas últimas fechas tengo un poco abandonado el blog debido a que arrastro una lesión en la zona de los aductores que me tiene un poco quemado. Pero viendo que la cosa iba mejorando, decidí apuntarme al carro de la quedada del domingo por la Pedriza a ver qué tal salía la cosa, y como el terreno me era más o menos conocido, si pinchaba siempre podía volver tranquilamente al punto de salida.

Así que a las 7 de la mañana empezábamos el trote por la senda Carboneras desde el Tranco, y aunque no llovía, el camino era como una cascada de agua, por lo que a pesar del cuidado inicial, a los 10 minutos ya tenía los pies calados.

La mañana estaba con niebla, así que poco a poco íbamos subiendo hacia el Yelmo sin poder disfrutar de las vistas que se tienen por el camino, pero por otro lado el ambiente era bastante mágico, aunque los recuerdos a los gintonics de Pepe de la noche anterior rompían el embrujo con las carcajadas.

Momento descarga de gintonic
Momento descarga de gintonic

Al llegar al Yelmo, lo más que les pude decir es «esto es el Yelmo», señalando a las nubes, porque no se veía nada más que el comienzo de la pared, así que sin parar seguimos el camino hacia el collado de la Dehesilla, pasando previamente por el Acebo y la zona de la Cara, momento en el que se abrieron las nubes y pudimos ver un panorama espectacular.

La Cara
La Cara

En algunos tramos de la bajada hacia la Dehesilla quedan restos de nieve, pero la mayor parte de la misma se ha ido por el agua que lleva cayendo estos días. Desde el collado, el camino que baja hacia el Tolmo y el refugio Giner es más que nada un arroyo por el que bajamos como si fuera barranquismo, los pies van calentitos del trote, así que sólo nos preocupamos cuando el agua pasa por encima del tobillo 😉

Cruzamos el puente y, en vez de bajar directamente por la autopista, subimos hacia el collado Cabrón para sumar algunos metros más de desnivel (y tener vistas de la zona de Maliciosa, claro está). Jorge mete la directa y se adelanta un poco, así que nos reunimos en el collado a comer algo antes de terminar la ruta. Las vistas se abren y se cierran dependiendo de las nubes, pero sigue sin caer una gota. La bajada por el camino es una gozada, el suelo mullido y la práctica ausencia de gente hace que el correr por las zetas sea un momento «trailrunning total», además casi no me molesta el aductor, por lo que disfruto muchísimo, mientras voy grabando con la GoPro. Un poco más adelante paramos a hacer unas fotos en una piedra-miradero con unas vistas espectaculares de la Cuerda Larga nevada.

El equipo con la Cuerda Larga detrás
El equipo con la Cuerda Larga detrás

Desde aquí ya no paramos prácticamente hasta el aparcamiento del Tranco, a esta hora (10:00) ya nos vamos encontrando con más gente por el camino, y nos cruzamos con otros grupos que suben a entrenar, como las parejas de los Bandoleros «de verdad», o sea, el grupo de mozas corredoras del Guadarrama 🙂

Y como todos tenemos compromisos posteriores, café rápido y vuelta a casa a empezar la jornada dominical con la familia (pero eso es otra historia).

Como ya sé que lo estábais esperando, aquí va el vídeo de la trotada, recién horneado 😉

El resumen del entreno en el siguiente gráfico:

Perfil de la ruta
Perfil de la ruta

Aquí están los datos del Garmin:

Actualizado: Por si alguno es más fan de Vimeo, a continuación incluyo el mismo video en su plataforma

2013-03-10 KBG-Pedriza from Juan Segui on Vimeo.
Vídeo resumen del Komando Bandoleiro Garrafón en su segunda salida por la Pedriza, en un día que anunciaban de lluvia. Entrada del blog: https://juansegui.com/2013/03/komando-bandoleiros-de-garrafon-s01e02-la-pedriza/

 

Komando Bandoleiros de Garrafón S01E01. La Jarosa. 19k y +780m/-780m

Después de un tiempo intentando apañar una kdd, con problemas como «tengo hora en la pelu», «no me ha llegado el frontal», y tras haber recibido todos los regalitos de reyes vía Seur, Correos, etc… finalmente sólo hicieron falta 30000000 mensajes en whatsapp para concretar sitio, hora y recorrido. El motivo real de haber quedado, todo hay que confesarlo, es que Jorge llevaba sus famosos «zerotillos de chocolate»… que si no…

Los famosos zerotillos
Los famosos zerotillos

Domingo, 5:30 de la mañana… ti ti ti ti… PLOF! ¿Pasa algo? De repente recuerdo vagamente que anoche estaba preparando la mochila y la ropa para salir a trotar. Me arrastro de la cama, enciendo el móvil y primeros mensajes «Ola ke ase», «KAFE K ASE» y similar… parece que estamos todos igual de zumbados. La idea de emular (en plan garrafón), a los Bandoleros del Guadarrama en los que milita nuestro amigo @kbralok, nos anima a pesar del madrugón.

A las 6:45 estamos todos en el polideportivo de Guadarrama, ¡otia qué frío hace!, noche cerrada y ni un alma por la zona. Vamos a la zona de aparcamiento en el embalse de la Jarosa y a la luz de los frontales terminamos de equiparnos el KBG. Katia, Juanito, Jorge, Pep y el que suscribe. (No seáis impacientes, no hay fotos porque no se ve NADA todavía 🙂 )

La idea es subir hacia Cabeza Líjar y hacer un recorrido circular hasta el refugio de la Salamanca por el cordal que separa Madrid y Segovia en esta zona de la sierra. Como Katia y Juan ya han hecho este recorrido, nos van guiando por pistas y senderos con mayor o menor inclinación, hasta que cogemos una trocha cuesta arriba de las de «calentar gemelos». A mitad de la misma decido sacar los bastones que llevo de estreno, momento a partir del cual la pendiente se suaviza (cómo no).

Llegamos a la pista que conecta el Alto de los Leones con Peguerinos, aquí ya hay bastante luz para apagar los frontales, así que envueltos en el blanco del suelo, los árboles y el cielo vamos andando en medio de una atmósfera mágica. En un momento se abre un hueco entre las nubes y la salida del sol parece un incendio entre los árboles… alucinante…

Amaneceres
Amaneceres
Parece mentira, pero era así. Foto de Jorge
Parece mentira, pero era así. Foto de Jorge

 Seguimos hasta el collado que separa las dos vertientes de la sierra, momento en el que abandonamos la pista y subimos por la cresta hacia el refugio de la Salamanca. El camino discurre entre árboles que parecen de nata, y tenemos que ir agachados en muchos trechos para poder pasar. La llegada al refugio la hacemos entre la niebla y un aire gelador. Nos metemos en el refugio, pequeños sorbos de café y agua, y a preparar la bajada.

Desde el refugio el camino es una bajada con bastante piedra, que al poco se convierte en sendero trotable, en el que hay que tener cuidado en algunas zonas por la presencia de hielo (cualquiera resbala y cae, ¿eh Pepe? 😛 ), pero fundamentalmente pisamos nieve y suelo tipo «permafrost», que cruje y se hunde con nuestras pisadas. Según vamos bajando de cota, la nieve va disminuyendo, y a mitad de bajada ya luce el sol, que agradecemos, y sobre todo el recuperar la sensación de tener manos, que se echaban de menos 😉

En el último tramo de pista aparecen varios arroyos que cruzan la misma, en la primera meto una pata en la HELADA agua, así que en los siguientes y al grito de ¡bandoleiroooo! directamente me lanzo a cruzarlos por el medio, cosa que hacen también Katia, Pep y Jorge… De manera que ya seguimos sin parar hasta el coche, so pena de quedarnos sin pies…

Al llegar al aparcamiento hacemos el desayuno con honores de los zerotillos, acompañados de café, té y bebidas de composición y nombre irrepetible, a la vez que nos contorsionamos un poco para estirar las piernas y no subir a los coches como las muñecas de Famosa. En resumen 19K, +/-780m de desnivel de subida y bajada, y un día precioso que nos podíamos haber perdido si el despertador no hubiera sonado a tiempo 😉

Bueno, que no he dicho nada hasta ahora… aquí va el «flim» del evento, como siempre (desde navidades) cortesía de mi GoPro. ¿Qué os parece?

El perfil de la ruta…

perfil-KBG-Jarosa

Y el track del Garmin, para variar…

Travesía en Navacerrada

Desempolvar los trastos ha sido la primera tarea que he tenido que realizar, y no la más sencilla. Tras muchos años de abandono, al ver las últimas nevadas decidí que había que sacar las tablas de paseo sí o sí. En una de esas raras conjunciones astrales que me permiten sacar un día entre semana para ir a la sierra, empecé a desenterrar las piezas del equipo de travesía… tablas, pieles (¿tendrán suficiente cola?), cuchillas, bastones… cada cosa en un sitio, pero al final logro completar el puzzle.

Equipo vintage de travesía
Equipo vintage de travesía

La previsión del tiempo, pues que viene un frente cálido, así que habrá que darse prisa para no pillar mucha lluvia (¿lluvia?, ¡si yo voy a la nieve!). Así es la sierra y este mes de enero, que igual te pelas de frío que sacas la camiseta, como hicimos la semana pasada en el Serrucho (sol tras la ciclogénesis explosiva del día anterior).

Fruto del lío de material, la mañana del viernes empieza volviendo de nuevo al trastero, dado que entre las cajas de botas he cogido las de pista y no las de travesía. Ahora ya tengo todo el equipo y me voy hacia la sierra. Cuando aún queda gente en la A6 entrando a Madrid atascada, ya voy yo feliz como una perdiz hacia Navacerrada, y al llegar al pueblo empiezo a ver la nieve a base de bien y la adrenalina sube…

En el parking de Navacerrada todavía hay poca gente a las 10 de la mañana, así que aparco sin problemas y preparo el equipo tranquilamente. Poner pieles, elegir las cosas que finalmente me subo y recoger lo que dejo en el coche. El tiempo está tranquilo, algo nuboso pero con suficiente visibilidad. Del coche de al lado salen tres chicas con equipo de travesía, que recogen antes que yo y enfilan hacia el comienzo del camino de subida hacia Bola.

Un pequeño trecho de pateo por el aparcamiento y luego por el camino de subida hacia el collado de el Emburriadero con los esquís en la mano hasta el punto en el que ya hay nieve suficiente, aprovecho para hacer una grabación y visualizar el camino que sube haciendo una media ladera en dirección sur, por donde pasé en junio en el GTP.

IMG_20130125_104300
Aquí todavía parece que va a hacer bueno

En el casco he dejado puesto el soporte para la GoPro, que hoy la estreno en modo «esquí», y aprovecho para hacer una prueba de control remoto con el móvil y su aplicación vía wifi. Al poco de empezar a subir ya veo que llevo ropa de más, así que paro para quitarme el forro y quedarme sólo con la camiseta y el goretex, tampoco es plan de morir achicharrado nada más empezar. En el camino, más adelante, diviso a un grupo de escolares haciendo el moñas y a las chicas que había visto en el parking. Poco a poco me acerco a ellos y les paso rápidamente. Con el hielo que hay y el equipo que llevan, yo no me saldría mucho del camino, un resbalón y acaban en la carretera 500m más abajo (y no serían ni los primeros ni los últimos.

Cuando llego al collado del Emburriadero las tres chicas se han descalzado los esquís, y mientras unas se han puesto las cuchillas, otra se queda con crampones. Una vez que se acaba el camino más o menos pisado, la nieve es una costra de hielo, así que las pieles agarran lo justo, momento de hacer la puesta de las cuchillas. Me asomo hacia el lado de la Barranca, y hay unas palas de nieve, algo inclinadas, que de primeras no tienen mala pinta. Así que las digo que por ahí parece que se puede ir y me voy ladera arriba. Al poco llegan otro grupo de esquiadores al collado y veo que me siguen más atrás.

Al rato de ir avanzando, la pala se va inclinando, y la nieve no parece que se reblandezca mucho, es más, hay una costra de hielo de narices, así que cada paso tengo que darlo metiendo bien los cantos y asegurando la cuchilla, no está la cosa para pegar un resbalón. Miro para atrás y veo que el grupo de esquiadores ha decidido que mejor van a lo seguro y algunos se ponen las tablas a la espalda y suben hacia la cresta por los montículos de hielo. Viendo que la pala se empina y que el camino no va a ser fácil, hago mentalmente un esquema de la trazada sobre la pala para subir a coger la cresta antes de que la cosa se líe más. Para hacer la vuelta maría estoy un rato preparando una plataforma un poco en precario, no es cuestión de quedarme con los esquís cruzados y salir rodando para abajo. Es uno de esos momentos en los que la experiencia montañera te recuerda que no te pongas nervioso y que respires tranquilo. Haciendo un «fiu fiu» y decidido a salir de allí pongo paso tranquilo pero sin parar hasta que finalmente salgo del marroncillo. En el track del Garmin (al final del post) se ve la zona de ladera y el giro, que con la vista de satélite no da idea del «posible resbalón».

Un poco más adelante ya empalmo con la pista de subida a Bola y tranquilamente voy subiendo, ya con varios grupos de paseantes/esquiadores/surferos que llevan el mismo camino.

Al llegar a Bola parece que la tregua meteorológica se ha acabado. Hay una niebla bastante cerrada y todas las instalaciones están cubiertas por una costra de hielo-nieve blanco que le dan un aspecto fantasmal. La gente que va subiendo/bajando aparece de repente en la niebla, te cruzas con ellos, comentas algo, y desaparecen como engullidos en la nada.

Rodeo hacia el sur, buscando la esquina más abrigada, por el lado que sale el sendero hacia Maliciosa, donde se han reunido todos los que han venido aquí, así que de golpe nos encontramos allí varios grupos comiendo/bebiendo algo y recalculando los planes. Mi idea original era hacer una bajada hacia el Ventisquero de la Condesa y luego subir a Maliciosa o a Cabezas de Hierro, pero con la visibilidad y el estado de la nieve, (y yendo sólo), tampoco era el día de las machadas. Así que cambio el plan por el cruce hacia Valdesquí, hacer una bajada por las pistas, a ver si puedo pasar por el bar, tomarme algo y calentarme.

El camino hacia Valdesquí no tiene demasiado problema, aunque cuando no se ve a más de 20 metros la cosa se complica un poco. Tomando las referencias de los postes que hay y preguntando a la gente que va apareciendo cada cierto tiempo, no tardo en ver la torre superior del telesilla de Bola. Con la referencia clara, quito las pieles y me preparo para la primera bajada de la temporada. Pongo en marcha la cámara y para abajo. Los primeros metros con un poco de respeto (esquiar sin ver una mierda es lo que tiene), pero más abajo la niebla se va disipando y tengo toda la pista para mí sólo, así que voy enlazando giros hasta que cae la primera toña de la temporada, sin más consecuencias que el rollo de montar la fijación que ha saltado. A partir de aquí se acaba el espacio en la tarjeta de memoria, por lo que video «off».

Bajo hasta el final de la estación, y no me acordaba que para entrar al bar hay que pasar el control de forfait, así que como voy de «pirata», no me apetece salir para luego tener que dar la vuelta por detrás. En resumen, que vuelvo a poner las pieles y remontada hasta la cafetería intermedia. En este momento ya voy bastante empapado, así que las ganas de encontrar un sitio calentito en el que secarme van en aumento. Otra vez mi gozo en un pozo, dado el escaso aforo, la cafetería está cerrada, así que saco los bocatas y me los como en la zona de entrada, momento que aprovecho para sacar el teléfono y revisar cómo va el mundo, y publicar algunas fotos y mensajes para dar un poco de envidia… je je je

Bocata en Valdesquí
Bocata en Valdesquí

La siguiente remontada la hago sólo por la pista, como han pasado la máquina la nieve está genial para foquear, y llego sin más problema al final del telesilla de Bola, donde pongo de nuevo las cuchillas para hacer la travesía de vuelta hasta el repetidor. La trazada la hago mucho más directa que a la venida (aunque no se ve NADA), y vuelvo a parar el la zona tranquila tras el repetidor, donde recojo de nuevo las pieles y las cuchillas para preparar la bajada hasta Navacerrada.

El tramo hasta la parte superior del telesilla lo hago en modo «sálvese quien pueda», entre el viento, la niebla y el estado totalmente «asqueroso» de la nieve, bastante tengo con llegar sin caerme hasta la parte de arriba de la pista, donde nada más iniciarla veo a los operarios subidos en la torreta dando martillazos. Amablemente uno de ellos me indica que tenga cuidado con la caída de témpanos de hielo del cable del telesilla, por lo que empiezo la bajada con un ojo puesto en la nieve y otra en el cable con los trozos de hielo colgando.  Aunque la pista está medio pisada, hay gran cantidad de mendrugos «tamaño cacerola» de nieve por lo que los giros hay que darlos donde se puede, más que donde se quiere. Finalmente, sin percances, llego al final de la pista, donde había empezado por la mañana, más cansado, empapado, pero muy contento por lo realizado.

En el puerto el tiempo está en plan «asquerosillo», llovizna meona, niebla y algo de viento, así que corro a refugiarme en la Venta Arias, a ver si me quito algo de humedad del cuerpo. Un café con leche y un montado de lomo después, la sensación corporal mejora, así que toca recoger e ir a buscar al cole a los niños. Mejor no describo la pinta del coche con la que salgo del aparcamiento, con toda la ropa colgada por dentro y la calefacción a tope a ver si se seca algo… pero eso es otra historia.

PD: al día siguiente las agujetas por todo el cuerpo son de aúpa, lo del «entrenamiento cruzado» es lo que tiene, además de una ampolla en el pié derecho que se quedó en la media cuando me la quité (en el lateral del talón, menos mal que no está en la planta)…

El track del Garmin, como siempre, lo pongo aquí…

Nota mental: el próximo día llévate el GPS de mano, por si las moscas. Aprovechando, tengo que hacer el post sobre cómo preparar cartografía para Garmin a partir de ficheros de CAD (dwg, dxf, dgn… etc)