Cuando Carlos (AKA @fisioteko) me comentó de vernos el domingo para trotar con el Retiro, ya que también había quedado con sus alumnas para correr los 5K de la carrera «Ponle freno», la puse en la lista de «posibles», que pasó a «voy sí o sí» el sábado. Tenía las huaraches en el zapatero que me miraban de refilón cada vez que me ponía otras zapatillas, ya que no veía el momento de sacarlas «a correr» desde que las fabriqué en verano. Las había usado durante las vacaciones, con buenas sensaciones, por lo que el siguiente paso tenía que darlo ya.

Total, que el domingo me preparé la mochila con las huaraches en la recámara, y a las 7:45 estamos en el Ángel Caído listos para empezar a trotar, todavía con las Merrell Bare Access 2, con el suelo encharcado, pero un cielo muy bonito que presagia una buena mañana. Al principio vamos 4 y al poco se nos incorpora «el quinto elemento», así que al llegar al estanque, el quinteto ya va contando sus vivencias del «saturday night», alguno sudando gintonics…

Después de un par de vueltas, incluyendo pequeño pique en la cuesta del Ángel Caído, a las 8:45 estamos en la fuente con el resto de la grupeta, y Carlos me suelta el «¿te pones las sandalias?»… GLUPS!

Yo, obediente, hago los deberes y con un poco de frío (no lo he dicho, pero a pesar del cielo tan bonito hace fresquete), me calzo las huaraches, Carlos me revisa las ataduras (parece que la parte teórica no la llevo mal), y guardo las Merrell (con bastante pringue de barro) en la mochila.

Nos hacemos una foto de grupo (mi primer retrato «oficial» de «chanclasrunner») y vamos trotando hacia la zona de salida para calentar.

Como hay bastante follón y están revisando que todo el mundo lleve dorsal, quedamos con las chicas «dorsaleadas» en la salida de la carrera del Retiro, para acompañarlas un rato y charlar, y así aprovecho para hacer la ruta de vuelta a casa. En los 10 minutos o así que estamos esperando para que aparezcan, los pies se me empiezan a quedar HELADOS, por lo que nos ponemos a saltar un poco (ya llevamos casi 10k encima con la tontería). En cuanto las vemos salir, nos agrupamos y empezamos a correr charlando animadamente. Al poco, una chica se me junta y me empieza a preguntar qué tal voy, si se corre bien con las sandalias… Carlos, que va detrás de mí, se empieza a descojonar, mientras yo voy soltando una charla «instructiva» y a la vez pensando «joer, si llevo sólo 2k corriendo con las chanclas y ya me ven como un gurú del barefoot». Cuando por fin la despido, la cara del grupo que me sigue es una risa, y yo pensando que como siempre sea así me voy a tener que llevar unas octavillas para repartir… ja ja ja

En cuanto a sensaciones, me encuentro muy cómodo (también es cuesta abajo el primer tramo, que todo ayuda), el ir en grupo a ritmo suave también ayuda a no animarme en exceso, y voy controlando la cadencia intentando «hacerlo fácil», a pesar de que cada vez que alguien me adelanta o le adelanto hay una mirada o comentario, como la de un «señor mayor» que me dice «¡en dos años, tendinitis!»… JA JA JA

Al llegar a la Cuesta de Moyano, me separo del grupo, que enfila la cuesta de nuevo hacia el interior del Retiro, y yo sigo hacia la Puerta de Alcalá y Cibeles para luego subir a casa. Acelero un poco el ritmo y completo la ruta con muy buenas sensaciones, incluyendo la subida por Gran Vía, a esa hora con algunos turistas despistados, que miran al «zumbao con chanclas» que va cuesta arriba «clac, clac, clac». Al final, algo más de 6km con huaraches, acabando con un poco de barro en los pies, pero FELIZ!

Si queréis ver alguna foto más, en la imagen dejo el enlace a la galería de Flickr.

Aquí os dejo el vídeo del evento, un cúmulo de sensaciones….

Si quieres más información, puedes leer muchos artículos sobre minimalismo y barefoot, como este muy interesante de Teodoro, de blog del Runner, titulado «Cómo hacer la transición al minimalismo«, o éste del blog de Carlos, de la Fisioteka.