48 Behobia – San Sebastián. El diluvio y algo de correr

Esta es mi (breve) reseña de la carrera y los momentos más importantes que vivimos este domingo 11 de noviembre, intentando recordar y recopilar rápidamente los datos que tengo. Para no enrollarme, comentar que la logística de la carrera tuvo su miga (hoteles, restaurantes, traslados, recogidas…) ya que San Sebastián se colapsa el fin de semana de la B/SS, junto con la lluvia que presidió todo el tiempo, lo que complica todo un poco más.

Feria&pinchos, buena combinación en San Sebastián 🙂

El sábado por la tarde fuimos a la feria del corredor a coger el dorsal y el chip, mucha gente y los puestos habituales de venta de todo tipo de «vicios» para el corredor, Nacho no se pudo resistir y salió con unas zapas nuevas puestas (para estrenar al día siguiente, como mandan los cánones… juas!)

Zapatillas!

El dorsal es más que una chuleta, impreso por delante y por detrás con toda la información de la carrera, cajones de salida, y aguantó el chaparrón como un campeón…

El dorsal tras la carrera

Bueno, al lío. El despertador suena a las 7 de la mañana, he dormido fatal con los nervios por el tiempo, la logística del transporte a la salida, el material que llevar, la comida… bufff. Así que me ducho, bajo a la cafetería del hotel y me tomo un café con leche para espabilar, mientras empieza a llenarse el salón de corredores para zamparse el buffet de desayuno del hotel a 15€/barba. Cojo la bolsa con la ropa de recambio y el resto de cosas y mi CEO me lleva hasta la boca de Euskotren de Lugaritz, donde espero coincidir con Nacho para coger el tren hasta Irún-Ficoba. El andén se empieza a llenar de corredores, y puntual llega Nacho en el tren, menos mal!

El tren se empieza a llenar parada tras parada, y llega un momento en el que no cabe nadie, por lo menos frío no pasamos. Cada vez que se abren las puertas vemos cómo va el tiempo y la cosa no pinta bien, varía entre aguacero y aguacero que te cagas…

Apelotonados en el tren

Cuando al final llegamos, vemos que hay una cola «importante» para coger los buses de lanzadera hasta la salida, como no nos apetece quedarnos tiesos, nos vamos al trote por el carril bici, así aprovechamos los 2km para calentar… todo ello con la mochila a la chepa y cayendo agua con alegría… Viva el deporte!

Me llega un sms de Alberto (el presi) que está en el Faisán (¿qué tramará?), así que cuando llego intento localizarlo sin éxito, y como el jarreo no para dejo a Nacho a cubierto a la gasolinera y lanzo la mochila en los camiones de la organización, a ver si algo llega seco a meta (yo no, fijo). En la gasolinera junto a la salida nos apelotonamos para resguardarnos de la lluvia, momento en el que grabo este coqueto vídeo…


En la salida de la 48 B/SS from Juan Segui on Vimeo

A las 10:30 en punto empiezan a dar las salidas por grupos de dorsales, la técnica que proponemos es esperar agazapados hasta que veamos la pancarta de nuestro grupo y salir escopetados para mojarnos lo menos posible (ilusos que somos).

Zona de salida, agazapados en la gasolinera

Nacho sale primero, y cuando veo mi grupo formado allí delante, me pongo la capucha y ¡a por ellos!, la música sube, empieza la cuenta atrás, y casi sin darte cuenta ya estás dentro!, buf buf! Como se puede ver, los atuendos son de lo más variado…

 

Go, go, go… vivan las bolsas de basura!

De lo que es la carrera en sí, destacar la gran cantidad de gente que había a lo largo del recorrido, a pesar de lo que estaba cayendo. Menos mal que me había medio estudiado el recorrido y tenía una idea de lo que me esperaba, porque el cuerpo pedía marcha para entrar en calor pero 20k son 20k y hay que reservar un poco, especialmente para el alto de Miracruz, que es como una tachuela al final. Así que fui regulando, tranquilo en la subida y soltando piernas en la bajada. Muchos avituallamientos, sin problemas para beber agua tranquilamente (este año nos hidratamos por dentro y por fuera), y lo peor fue la subida al Gaintxurizketa (jodó con los nombrecitos), momento en el que empezó a arreciar la lluvia y por la carretera había zonas con una cortina de agua que había que subir…

Una vez que pasamos Arzak (en la p… tachuela de Miracruz), ya sólo quedan 3 km a meta, en ese momento veo que puedo bajar de 1:45, así que a darlo todo (bueno, la toalla seca y la comida «post» también me ayudaron a apretar los dientes, ya que las piernas acusan el trote que llevan y no están muy por la labor.

Finalmente, llega la recta de meta, voy mirando a ambos lados a ver si veo algún paraguas conocido, pero no logro distinguirlo, así que enfilo hacia la llegada y miro el reloj 1:43:57 !!

Vídeo de la llegada, soy el de la gorra blanca y chubasquero amarillo que aparece en 2:28:15 («no se me ve»)… 😉


Llegada a meta 48 B/SS from Juan Segui on Vimeo.

Aquí un pastiche de fotos «oficiales», en las que se aprecia un poco más el momento de la llegada y las condiciones del entorno… buff!

El agazapado de amarillo soy yo…

Al acabar, está marcado el recorrido hacia la zona de recogida de mochilas y el meeting-point con los amigos/familiares. Nos dan la medalla, un par de bolsas con agua y comida, y además un poncho de lluvia muy chulo (a buenas horas). Allí me encuentro con Alberto, que ya se ha cambiado (ha llegado una hora antes). Al final en el porche resguardado me empiezo a cambiar, llega Nacho, Eva y mi CEO, así que me cambio la parte de arriba y nos hacemos unas fotos conmemorativas del evento.

Al final de la carrera, a medio cambiar de ropa. Foto de Alberto

Tras la carrera llega uno de los momentos más esperados del día, y nos vamos a comer a Bernardo Etxea, por recomendación de Ramón (AKA @perkrin), en la zona del casco viejo, y como os podéis suponer, tenemos más hambre que el perro de un ciego. Así que nos asentamos y aprovecho el momento para ir al baño y completar el cambio de ropa… lujo total.

Hey!, que no son galletas!

El menú se compone de cosas ligeritas, como era de esperar, para recargar tranquilamente los hidratos y resto de cosas de esas que nos alimentan… 😉

¿Esto es para mí o tengo que compartirlo?

 

Unos ligeros postres desengrasantes

Después de la ligera comida, Eva se tiene que ir en el tren, así que dividimos fuerzas y vamos a coger el coche, que hemos dejado donde el aire da la vuelta (al lado del peine del viento), aprovechando el paseo para estirar un poco las piernas, evaporar los restos del rioja, y de paso, tomar una foto del momento que nos deja el sol en la playa de la Concha.

Atardecer bucólico en la Concha

Pero para no olvidarnos de dónde estamos, 5 minutos después de esa foto nos vuelve a caer un chaparrón que nos empapa de nuevo, así que el resto del viaje de vuelta a Madrid lo hacemos con la calefacción puesta para ver si logramos llegar secos…

Secando calcetines de nuevo…

En resumen, un fin de semana especial en el que no ha habido tiempo para aburrirse, y una bonita experiencia en la clásica más clásica de la península (o eso dicen) 😉

Como siempre, aquí dejo el track del Garmin:

Aquí iré enlazando otras crónicas de la carrera que vaya viendo…

9 Comments
  1. Gerard 11 años ago
    • jseguir 11 años ago
  2. Juan Avila 11 años ago
    • jseguir 11 años ago
  3. Jordi 11 años ago
    • jseguir 11 años ago
  4. Alberto 'RunnerChef' 11 años ago
    • jseguir 11 años ago
  5. Juan Luis Blanco 11 años ago

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