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25K Cerro Marmota 2014 – APU. Colmenar Viejo

Hoy haré una breve reseña de la carrera, destacando que fue un gran día en todos los aspectos. Por un lado, el carácter solidario de la carrera, cuyos ingresos por inscripciones se donan íntegramente para la Asociación Pablo Ugarte contra el cáncer infantil, y la posibilidad de ir toda la familia (que se apuntaron a la marcha de 10K), animan a acudir a eventos de este tipo en el que sientes que has «aprovechado» el domingo. Y si encima sales comido con un cocido que estaba muy rico, ¡qué más quieres! (Bueno, las piernas al día siguiente no opinaban lo mismo, pero ese es otro tema, je je).

Total, que con las inscripciones hechas desde septiembre, al final llego a la línea de salida 10 minutos antes de la hora fijada, momento en el que empieza a llover de manera más o menos seria, aunque la temperatura es agradable. Tras un par de rodeos saludando gente, localizo a mis compañeros de RdB, Alberto y Jorge, con los que conformo la terna para la carrera (aunque no había nada apalabrado previamente, o sí…)

Apelotonados en la salida, bajo la lluvia. Foto de Jorge G.
Apelotonados en la salida, bajo la lluvia. Foto de Jorge G.

De la carrera, poco (o mucho que contar), ritmo tranquilo, aunque nos dejamos los higadillos en la subida, joer con el perfil que tiene, lo bueno para el final… 🙂

El perfil de la carrera. Hasta el km 10 todo son risas
El perfil de la carrera. Hasta el km 10 todo son risas

La verdad es que entre grabar película, vadear arroyos por el medio como los niños, charlar con unos y otros, hacerse fotos al cruzarse con la cuñada, y evitar acabar por los suelos mientras corres, se me pasó rapidísima la carrera. Por supuesto que Jorge y Alberto tienen la «culpa» de ello, así como la de mantener un ritmo bastante constante y sin llegar nunca a tener el corazón desbocado (bueno, casi nunca…).

Foto de mi cuñá (gracias guapa) :-)
Foto de mi cuñá (gracias guapa) 🙂

La carrera tenía avituallamientos cada 5K, que aunque no eran muy abundantes, sí que tenían agua y fruta, atendidos por amables voluntarios que animaban lo suyo. A pesar de lo lluvioso del comienzo, a la media hora más o menos dejó de llover y el resto de la carrera discurrió entre nubes con algún rayo de sol, que se agradecían, aunque la temperatura era muy agradable para correr, hasta me sobraron los guantes al poco de empezar, buena señal (al menos para mí, je je).

Los dos últimos kilómetros se hicieron un poco más cuesta arriba, sobre todo el último bucle por la carretera para sacar los 25k, pero la entrada en meta los tres agarrados fue genial, con Mapi esperando en primera fila para retratarnos adecuadamente. El tiempo en meta fue de 2:28:45, así que cuadramos los 6’/km, que eran mis previsiones optimistas.

Imposible mirar todos a la cámara a la vez, ja ja
Imposible mirar todos a la cámara a la vez, ja ja

Después de la llegada, avituallamiento y a esperar al resto de la familia, que se tomó la marcha de los 10K con tranquilidad. Me cambié y fuimos al polideportivo, donde nos zampamos un cocido que me supo a gloria, donde me despedí a medias de parte de la expedición (gracias Mapi por tus dotes de organizadora, ya sabes :-* ). Y muchas gracias a mis compis y al resto de amigos y conocidos con los que coincidí en la carrera, siempre es un placer compartir un día de campo así.

A modo de resumen de lo que fue la carrera, os dejo aquí la película con algunos de los momentos que vivimos:

Y los datos del Garmin:

Al día siguiente tenía los tobillos con más flojera que Chiquitorlll, pero eso es otra historia, ¡que me quiten lo bailao! 😉

Madrid – Segovia 2014. Al lío

Hoy toca de nuevo otra entrada de pronósticos y «ya veremos lo que pasa». Como en el caso del TP80 de este año, no tengo muy claro cómo puede acabar la cosa, pero en cualquier caso, vamos a disfrutarlo que de eso se trata, y los podios los dejaremos para los buenos 😉

El jueves fui a recoger el dorsal y la bolsa del corredor, donde pude saludar a Dani Casaus y José Escudero, pasando un poco «a la carrera», porque tenía otras faenas por medio (vamos, lo habitual). El contenido de la bolsa era éste:

Contenido de la bolsa del corredor
Contenido de la bolsa del corredor

Para no dejar todo para última hora, como casi siempre, me puse a preparar las bolsas de ropa y la comida para llevar en carrera, así que tuve que reciclar los geles y barritas del GTP y ponerme a cambiar los números en los envoltorios, acción que seguramente repetiré próximamente, visto lo visto. El panorama en la cocina era éste:

Revisando existencias de comida
Revisando existencias de comida
Lotes ordenados: salida -> Colmenar -> Cercedilla
Lotes ordenados: salida -> Colmenar -> Cercedilla
Re-rotulando la comida :-)
Re-rotulando la comida 🙂

Seguramente meteré unas zapatillas de recambio en la bolsa de Cercedilla, por si llueve y voy incómodo de pies, para poder salir de Cercedilla con los pies secos para el último tramo de carrera, que se hará de noche y refrescará. Dejo aquí la previsión del tiempo… a ver si hay suerte y hace así. Desde luego, mucho calor no va a hacer, así que incluyo una camiseta térmica para no pasar fresquete, porque en Fuenfría habrá que quitar 4-5 ºC

La previsión del tiempo para Cercedilla, ¿acertará?
La previsión del tiempo para Cercedilla, ¿acertará?

Mis compañeros del KBG este año se pasan al otro lado y estarán dando cremita en el avituallamiento del «Corral de la Desesperada» (ojo con el nombrecito), así que de momento no tengo «pareja de baile» para la carrera, como en años anteriores, aunque normalmente siempre hay amigos (antiguos y nuevos) que vas encontrando y con los que al final compartes kilómetros (en 20 horas da tiempo para mucho).

En la meta, con Carlos Siguero
En la meta del año 2013 con Carlos Siguero, un grande 🙂

Podéis seguir las actualizaciones que publique(mos) en Twitter con el hagstag #Magovia14KBG y enviarnos ánimos, bocadillos de jamón o cheques al portador en el siguiente cuadro:


Si queréis hacer un seguimiento en vivo de por dónde voy (con permiso de los satélites GPS), aquí dejo la pantalla de seguimiento de mi SPOT (aka, «keniata»), que si no lo puedes ver bien (está recortada la página) puedes abrir en el navegador el enlace que pongo -> AQUÍ. Por lo que he visto, en zonas con árboles le cuesta coger la señal, así que si hay huecos tampoco os preocupéis (demasiado). Está programado para enviar una señal cada 10 minutos

Este año creo que incluiré pocas novedades relativas a material (sigo con la misma mochila desde 2012, y las mismas patas), y salvo cambios de previsiones climáticas de última hora, no creo que estrene nada más que el cortavientos, duda entre el Salomon y el Raidlight (en las fotos de carrera ya despejaré las dudas).

Seguramente lleve el GPS con los tracks y waypoints cargados, aunque como conozco la ruta, igual me ahorro el peso. Si alguien quiere el track «troceado» en tramos de 500 puntos y los waypoints del recorrido (avituallamientos, fuentes, etc), os lo podéis descargar aquí.

Bueno, no os olvidéis comentar o saludar mañana! 🙂

Madrid – Segovia 2014. El previo

Y ya van tres ediciones que me apunto de la carrera, a ver qué tal se da este año, porque creo que es el que menos entrenamiento acumulado llevo (al menos me ahorro el tapering, no todo va a ser malo…).  En esta entrada quería recopilar un poco la información más importante de la carrera desde mi punto de vista, por si alguien tiene dudas o le puede venir bien, dado lo que se ve por ahí en los foros (jem jem).

logo-ms

Así que intentaré repasar los aspectos más importantes que considero a tener en cuenta a priori:

El material

Dentro del material habría que considerar dos partes, el obligatorio y el recomendable/personal.

Como material obligatorio (ver reglamento de la carrera), estaría:

  • Botella o cantimplora con capacidad mínima de 1 litro
  • Vaso o recipiente para los avituallamientos (no dan, salvo en donde se da café o sopa). En caso de que «haya pillado el toro», hay un apaño que es llevar el cartón de un brick pequeño recortado, se dobla y te cabe en cualquier lado (al acabar la carrera lo echas en el cubo de reciclado, el amarillo, que hay que deciros todo) 😉
  • A partir de las 20:00 horas (hora prevista de la puesta de sol) y, en todo caso, antes de afrontar el tramo comprendido entre Cercedilla y Segovia, los participantes deberán llevar OBLIGATORIAMENTE entre sus pertenencias una manta térmica, un silbato, una linterna o frontal y un dispositivo de luz destellante intermitente o fija. (A los que salgan de Cercedilla antes de las 17:00 no se le exigirá llevar linterna, cosa que a mí personalmente me parece un poco arriesgado, como te dé una pájara y se te haga de noche la lías).
  • Además, hay que llevar: el dorsal, el chip y la hoja de control para sellar.

Aparte de ello, mi recomendación es incluir:

  • Más capacidad de líquido. Con 1 litro te puedes quedar corto en algunos tramos si vas cansado y pega el sol. Unos flask de 500cc u otro envase no pesa nada y te puede salvar de pasarlas canutas bajo el sol (o bien, te bebes el líquido que otro «pringao» lleva en su mochila).
  • Ropa de abrigo (al menos un cortavientos), si el día amanece caluroso lo puedes dejar en la bolsa de Cercedilla y cogerlo allí antes de salir hacia Fuenfría. Además, un buff, unos guantes y algo más de ropa no está mal prever, según pinte la noche y tu estado.
  • Un kit de curas mínimo, con unos Compeed, tiritas (¡que no se te olviden las pezoneras!), un par de gasas y una venda pequeña, así como unos sobres de desinfectante. Añado aquí unos ibuprofenos de emergencia (lo de tomar ibuprofeno «por que sí», a mí no me gusta)
  • Crema solar (he visto unos cuantos cangrejos en Cercedilla), gorra y gafas de sol.
  • Un móvil cargado a tope (y desconectado o en modo avión para ahorrar batería), con el teléfono de emergencias grabado (687 481 355).
  • COMIDA: es una prueba en semi-autosuficiencia, por lo que a menos que quieras hacer 1o0k con plátanos y naranjas, yo me llevaría algo más. Ya sabemos que en Cercedilla SUELE haber una paella que te sabe a gloria, pero si no hay, la organización no tiene obligación de dártela, así como la pasta que hubo el año pasado en Manzanares (vale, era un engrudo de macarrones pasados con tomate de bote, pero llena).
  • Un gps con el track de la ruta, especialmente si no la conoces y no tienes claro que vas a acabar la carrera de día. Aunque con el marcaje vale, ¿quién no se ha despistado en una carrera?
Magovia 2013 - no sin mi mochila
Magovia 2013 – no sin mi mochila

Otras cosas que llevo en la mochila:

  • La GoPro (¡no sin mi pinícula!)
  • El SPOT (no lo tengo seguro, más que nada es por ser el más friki de la carrera, o algo parecido, je je)
  • El iPod con sus cascos.
  • El Garmin 310xt y el pulsómetro (s.c.)
  • Unas pastillas de sales para ir tomando y evitar una hiponatremia o una descompensación por pérdida de sales (se pasa fatal…)
  • El DNI, una tarjeta de crédito, algo de dinero, un bonometro.

 Logística

Brevemente, comentar que se pueden dejar 3 mochilas/bolsas a la salida, que van para Colmenar/Cercedilla/Segovia. Mi estrategia suele ser:

  • Colmenar: calcetines, camiseta, algún gel, polvos isotónico, sándwich (aparte de lo geles yo prefiero comer «comida de verdad», el jamón serrano NUNCA me ha sentado mal, y si es de bellota, menos) 😉
  • Cercedilla: ropa de recambio más abrigada (malla pirata, camiseta de manga larga o corta + manguitos), el buff, guantes finos, y los frontales (1 + recambio + luz intermitente) y la manta térmica. Si tienes pensado usar bastones para la parte final de la carrera, este es tu sitio (pero bien plegados, que quepan en la bolsa).
  • Segovia: ropa de recambio para volver aseado, unas chanclas, toalla y neceser para la ducha (si te mola el agua fría a las 4 de la mañana)…
Jorge y su particular penitencia con la Maliciosa detrás
Jorge y su particular penitencia con la Maliciosa detrás

Otro detalle es que cuando llegas a Segovia, tienes allí las mochilas de Colmenar/Cercedilla, así que prevé una bolsa más grande para meter todo. Si por lo que sea abandonas a media carrera, las mochilas se recogen exclusivamente el domingo 21 de septiembre de 18:00 a 20:00 en lugar pendiente de confirmar.

El plan de carrera

Antes de salir, IMPRESCINDIBLE revisar el rutómetro, el recorrido y los tiempos de corte, y en función de tu estado, hacer un plan mínimo de ritmos, para saber cómo vas, lo que vas a recargar en cada avituallamiento, fuente, etc… No hacerlo no impide que acabes, pero me parece poco inteligente. El rutómetro está en la web, pero te lo pongo aquí.

Rutómetro MS 2014
Rutómetro MS 2014

También revisa los avituallamientos y los puntos de agua para hacerte un plan de lo que vas a cargar de comida y saber si tienes que llevar más o menos agua en cada tramo.

Avituallamientos MS 2014
Avituallamientos MS 2014
Puntos de agua MS 2014
Puntos de agua MS 2014

Eso es todo de momento, si tienes alguna duda o cuestión, pregunta en los comentarios. 🙂

Otro TP80 a la saca. Crónica y reflexiones

Güer is da limit?

Pues la verdad, ahora mismo ni lo sé ni me importa tres pimientos. Si lo que quieres leer es una crónica de lloros, sufrimientos, momentos límite, paroxismo trailrunner… pues te has equivocado. Vamos, que para pasarlas canutas y ver una luz al final del túnel no me apunto yo a una carrera ni harto vino.

Lo que quiero contar a continuación es el conjunto de experiencias que viví en la carrera. su ambiente, el material, cosas que quiero recordar, y, en resumen, vaciar mi mente y dejar escrito aquello que pueda narrar con palabras o imágenes. No sé si me ayudará en próximas carreras, le servirá a alguien o únicamente quedará para mi satisfacción personal, pero a lo hecho, pecho. 🙂

PD: sorry por el retraso, pero las cosas de palacio… van a troticochi 

Paso a paso

Además de las jornadas previas de entrenamiento (no es que me haya matado, pero apuntarse a una cosa de estas sin haber salido a correr es de #WITL total), el miércoles fui a ponerme en manos de mi «magreador de piernas» favorito (AKA Fisioteko), que me dejó listo para sentencia, sobre todo relajando las zonas que tenía un poco más «tiesas», aunque me llamó algo así como «piernas mojama»… 🙂

El jueves dejé medio preparado el material, con vistas a calibrar si todo estaba OK y no me faltaba nada, y tener un poco de tiempo para repasar la lista y no dejarme nada a última hora, como las pilas de recambio (ya contaba con acabar un poco tarde). Como vulgarmente se dice, «preparé el muñeco» y repasé el material necesario. Estuve charlando un rato con Jorge, que fue a coger el dorsal, y ya estábamos un poco con los cosquilleos estomacales «pre-carrera», a pesar de nuestro escaso carácter competitivo.

Preparando el equipo
Preparando el equipo

El viernes, últimos detalles, concretar los horarios para los traslados hasta Miraflores, e intentar dormir un poco para llegar lo más descansado posible a la salida. Como casi siempre, no cerré los ojos hasta cerca de las 12 de la noche, 3 horas antes de que sonara el despertador ¡glups!.

2:50 de la mañana, suena la primera de las dos alarmas, y en nada ya estoy preparando el desayuno y en la ducha. Lo bueno de haber quedado a recoger a Jorge es que ya tengo un motivo para no remolonear en la cama. Así que a las 3:30 ya estoy en la calle a coger el coche, la gente de farra por la Gran Vía me mira raro… ¿por qué será? 😉

Puntual como siempre, allí está Jorge, llegamos a Navacerrada sin problemas, aparcamos y al poco tiempo aparece mi tocayo, que nos llevará a Miraflores para la salida. Pienso en el madrugón que se ha pegado para venir a recogernos y animarnos un rato y me emociono de poder compartir estos momentos con personas tan majas y entrañables. Ya en Miraflores, aparcamos, y tras repasar las mochilas, una vuelta al coche a recoger las gafas de sol que se me habían caído y unas últimas palabras de despedida, procedemos a pasar el control de chip. Nos tienen un rato en una zona acordonada sin ningún cartel de la carrera, ni un arco de salida (vamos, una salida «low cost»). Así que de repente se oye un murmullo que va creciendo, y sin darnos cuenta casi dan la salida y allá que nos lanzamos. Toda la parafernalia es una cinta de balizamiento en el suelo sobre la que pasamos al trote. Son las 6:15 de la mañana y nos queda un buen trecho por delante. En el corral hemos saludado a varios amigos y conocidos, como Juanlu, Pacoyo, Albertopoulos, con los que no sé si coincidiré o no más adelante (pero no anticipemos los sucesos…). Aquí va un vídeo de Jorge de la zona de corral… beeeee!!!

El primer tramo de carrera, hasta el km 8 aproximadamente, es una pista que alterna subidas y bajadas con poca pendiente, por la que vamos trotando a ratos y andandocharlando otras veces, intentando reservar y no cegarnos en esta zona. Hace una temperatura ideal y vamos muy cómodos. A partir del km 8 la pista se empina y pronto enlaza con el camino que se dirige ya haciendo zetas hacia el collado de la Najarra. Hasta ese momento sólo llevo de «gasolina» en el cuerpo media barrita de cereales, así que me abro un gel para ir tomando algo, aunque no tenga ganas, que las pájaras están acechando en cualquier momento.

Una vez que acaba la subida, de repente te encuentras (km 13 aprox.) con unas vistas panorámicas espectaculares, con el valle del Lozoya a tu izquierda y la Pedriza y el embalse de Santillana a tu derecha, lo que aprovechamos para sacar la GoPro y hacer unas tomas. Aquí pongo los vídeos de Jorge de este tramo, vaya gustazo! 🙂


Al llegar a la Najarra (km 15) está Juanito esperando para hacernos unas fotos, como buena maruja del trailrunning nos cuenta el paquete de minutos que nos han metido nuestros precedentes, y sin más demora nos bajamos al trote hacia Morcuera, que tenemos el primer avituallamiento allí esperando. Un poco después, hacemos la primera parada técnica, como estamos bastante frescos paramos poco tiempo, sólo beber un par de vasos de CocaCola, rellenar bidones de agua y prepararnos para salir en dirección a Rascafría. Mi tocayo se retira a sus aposentos, que necesita dormir, así que con un abrazo de oso le damos las gracias por la compañía y los servicios prestados, es un crack!

Con Jorge en Morcuera, frescos como una lechuga del día
Con Jorge en Morcuera, frescos como una lechuga del día

Al comienzo de la bajada aprovechamos para hincarle el diente a los bocatas que nos hemos traído de casa mientras vamos andando, y un poco más adelante ya nos ponemos a correr tranquilamente, disfrutando del paisaje y de que todavía no pega demasiado el sol. Así que vamos bajando con los kilómetros cantando cada poco en el reloj cuando de repente tropiezo y salgo volando para adelante, Jorge intenta echarme el guante, pero me hago una arrastrada maja y me raspo el codo y las rodillas (aparte de mancharme todo el modelito blanco que llevaba). Pelillos a la mar, lavado con agua y al trote hasta el avituallamiento. El último tramo hasta Rascafría, donde se apeará Jorge, lo hacemos andando por el camino, aunque imagino que Jorge lo haría al trote tan ricamente, a él no le quedan 60k por delante… je je je

En fin, que llegamos al polideportivo (km 32), y vemos que este año el espacio se ha quedado reducido a una zona de pradera junto a la piscina, en la que entramos por un pasillo y nos hacen el control de material. Allí en una mesa nos piden el cortavientos, frontal, manta térmica… todo OK, pero lo curioso es que un pollo (no sé su nombre, sorry), al abrir la mochila dice que no lleva cortavientos ni impermeable, que con el día tan bueno que hace, con la camiseta que lleva le sobra y basta. ¿WTF? Pero lo mejor de todo es que tampoco vi que le dijeran «hasta aquí ha llegado tu carrera»… Luego pasa lo que pasa.

Tras beber un poco de coca-cola y comer algo de jamón y queso en el avituallamiento, me acerco al botiquín y una chica muy simpática me hace una cura en los rasponazos y me pone un srpay con una película antiséptica para ir tirando, con lo que ya estoy recauchutado para lo que viene después. Relleno bidones y me despido de Jorge, que se vuelve en el bus a Navacerrada, buen entreno que se ha marcado, y mejor compañía para mí. Antes de salir veo a Rafa «Caprus», que ha estado de escoba del GTP y se retira allí, buen tute se ha dado. También está Jose Luis Galán (AKA «chanclas»), que viene con sus huaraches y está haciendo el «mantenimiento de pies del km 32″…

Avitualllamiento de Rascafría, chiringuito playero total
Avitualllamiento de Rascafría, chiringuito playero total

Son ya más de las 11:30 de la mañana y salgo hacia el Reventón con el sol bien en lo alto y picando. Como ya es la tercera vez que hago este camino, sigo la estrategia de «sin prisa pero sin pausa», hay que coger buen ritmo y reservar para el cresterío, así que voy bebiendo bastante y a mitad de subida saco otro bocata y recargo energías. Antes de llegar al avituallamiento de repente aparece Jorge Gómez, mi brother de RdB, que había estado de voluntario en Rascafría y había subido a acompañar a Juanlu. En ese momento también está Buru, al que conocía por referencias de Celina, y con el que no había tratado en persona, así que aprovechamos desde ese punto para subir charlando hasta el avituallamiento del Reventón (km 41 de mi GPS). Cuando llegamos recargo de nuevo agua, ya hasta la bajada a la Granja no hay más puntos de agua y si pega el sol el cordal de Peñalara se puede hacer bastante largo.

Salgo sólo hacia el puerto, que está como a 1 km desde el avituallamiento, y cuando «corono» empieza a soplar bastante aire y aparecer nubes, cosa que por un lado agradeces, pero por otra parte empiezo a pensar que igual tenemos tormenta, fenómeno habitual en esta zona y fechas. Aunque tenía la sensación de que iba bastante retrasado respecto al pelotón general, puesto que no me he cruzado con mucha gente, ya en la subida empiezo a adelantar a algunos rezagados del GTP, que llevan como 25 km más en las piernas, aunque han salido 7 horas y pico antes.

Una vez fichado en el control del Reventón, empieza el cresteo hacia Peñalara, que se hace largo en condiciones normales de «desconocimiento», pero que como ya sabía de qué iba el asunto, me tomo con tranquilidad, trotando en las zonas de bajadas y manteniendo buen ritmo en las subidas. En este tramo mi balance es «positivo», o sea que adelanto bastante más gente de la que me adelanta, lo que siempre reconforta, todo ello con buenas sensaciones quitando algunos tirones en los tibiales anteriores.

20140703-TP80_laguna-Pajaros

En la zona de la laguna de los Pájaros no puedo por menos de parar a hacer unas fotos y disfrutar de la panorámica (además de que mis piernas lo agradecieron), el panorama con la gente subiendo a coger la cresta hacia Claveles es impresionante, y mentalmente voy haciendo el recorrido hasta la cima, intentando adivinar cómo van a responder las piernas en esa zona tan «rompepiernas» (valga la redundancia). Sorprendentemente cojo mi ritmo «sin prisas pero sin pausas» y pim-pam-pum estoy arriba sin ningún momento especialmente heroico, salvo el fresquito que voy sintiendo y que va incrementándose con la altura y la velocidad del viento. Ya con ganas de hacer el «check-in» en Peñalara, aprovecho la cresta de Claveles para adelantar a unos cuantos excursionistas que se van arrastrando casi a cuatro manos por las rocas, mientras que yo me siento bastante seguro (debe ser porque este año iba con zapas «seminuevas») y me ventilo el tramo sin parar a pensar.

Camino a Peñalara, antes de desfallecer la GoPro
Camino a Peñalara, antes de desfallecer la GoPro

Ya en la zona final de subida, saco la GoPro para inmortalizar el momento, y decide que me deja 5 segundos de batería y después se apaga… ¡vamos bien! En la cima, el gran Dani Casaus está repartiendo abrazos de oso a diestro y siniestro (¡gracias Dani!), y allí van indicando la dirección a tomar para los que van en el TP60 (hacia Cotos), y al resto, que nos queda un trecho más largo, la ruta hacia La Granja. Este año el recorrido de bajada, sobre todo en la primera parte se me hace mucho más cómodo que en años precedentes, aunque si tienes los pies un poco tocados, con tanta piedra verás las estrellas (aún de día). Al llegar la parte más empinada de la bajada, me junto con un grupo que van haciendo coñas sobre si les darán el premio a los últimos del GTP, así que montamos un trenecito y para abajo (en mi fuero interno pienso que si resbalo las posibilidades de caer en blandito sobre uno de los precedentes es mayor… je je). Sin parar hasta la zona de llaneo previo al chozo, donde se separa el grupo en función de las necesidades fisiológicas a atender cada uno.

Este año, al llegar a este punto tengo agua de sobra, se nota bastante que con las nubes la deshidratación es mucho menor, así que una vez que empieza el camino combinado de sendero/pista de bajada hacia la Granja voy saltando entre algunos grupos de corredores, con bastantes buenas sensaciones en las piernas aunque ya se nota el esfuerzo acumulado.

Llegando a la Granja. Foto de http://racephotos.es/
Llegando a la Granja. Foto de http://racephotos.es/

Una vez que se llega al muro que rodea La Granja, mi estómago me recuerda que un poco más adelante ponen pasta y coca cola, así que en grupo vamos entrando en el pueblo, siendo aclamados (inmerecidamente), por los vecinos que se han congregado a echar la tarde viendo «la tarde de los muertos vivientes» 🙂  Son las 17:15 más o menos, y aunque tengo que esperar unos minutos a que traigan refuerzos de la ensalada de pasta, una vez que aparece la fuente con el «manjar» me sirven un plato que devoro sin dejar ni un hilo de zanahoria (lo juro por Snoopy). Aprovecho para acicalarme un poco, vaciar las zapatillas de tierra y piedrecillas (recordad que estamos en un Parque Nacional 🙂 ), y recargar las reservas de agua, y enviar unos cuantos mensajes de «todo OK» a la familia, y sin mucha demora prosigo el camino, al principio con un poco de «andares Chiquitorl»), hasta que los músculos se vuelven a calentar.

La salida de la Granja no está demasiado bien balizada, aun así logro encontrar el camino y el pequeño desvío que han montado este año hasta enlazar con la ruta habitual de remontada del río Eresma. En una zona de bajada me pongo a trotar y adelanto a dos corredores, cosa que no debieron tomarse muy bien, porque un poco más adelante, ya en la subida por el margen derecho del río, me vuelven a adelantar… cosa que me trae al pairo, cada uno a su ritmo y ya veremos cómo llegamos a meta, je je je

Cojo un paso más o menos rápido, a eso de 10’/km, y lo mantengo hasta la llegada al control/avituallamiento de Casa de la Pesca, con un cielo que se está nublando por momentos, lo que tiene su lado bueno de que la temperatura es bastante agradable y no se pasa calor. En el control paro apenas dos o tres minutos, dado que casi no queda nada de comer, aunque sí que tienen geles. Sólo pienso en que queda el tramo de la subida a Fuenfría y su cuestorro infernal, así que me pongo en faena por lo que pueda venir.

Al llegar a la zona empinada me junto con un par de corredores que no conocían «in situ» el cuestorro, así que en base a mis recuerdos les voy animando y diciendo «ya falta poco!», y así, con un par de charlas cruzadas sobre el «#&%&% que puso esta cuesta veo a lo lejos ya el control de la Fuenfría. La verdad es que he sufrido menos de lo esperado, y en el último tramo doy un apretón y dejo a mis acompañantes atrás (no me lo creo ni yo) 😉 Control, un poco de agua fresquita en la fuente y sin parar a coger el camino de los Cospes, enlazar con el Schmidt y hacia el Puerto de Navacerrada. Como conozco el camino, voy bastante rápido ya que la noche se acerca y sopla un airecillo bastante «frejquete», y mientras el sol se oculta tras las montañas por el oeste, el cielo se pone de color naranja amoratado ¡una pasada!. Voy corriendo en las zonas de llano-bajada y adelanto a algún corredor despistado, las sensaciones en las piernas son buenas, a pesar del cansancio. Antes de llegar ya a la zona del telesilla, veo que hay un grupo de tres personas paradas en la cuneta del camino, y veo que uno de ellos ha tenido un tropiezo y tiene la nariz rota y un dedo «tocado», (luego me entero de que era Halfon, ya decía yo que me sonaba la cara) (aquí cuenta su carrera). Después de preguntar me comentan que ya han avisado a la asistencia, así que marcho con otro corredor que se había parado a ayudar y cuando llegamos a la carretera justo acaba de aparecer la ambulancia que iba a asistirle.

Bajamos hacia el control del Puerto, y el avituallamiento se ha refugiado en el parking de la Venta Arias. Como ya se ha hecho de noche y hace una rasca que pela, aprovecho para sacar el cortavientos, el buff y el frontal, me abrigo, bebo un poco y salgo sin parar hacia el último tramo del camino. Nada más salir y cruzar la carretera empieza a llover y siento una bajada de temperatura brutal. Con un grupo que va subiendo hacia el Emburriadero me junto y en el tramo de subida se me quedan heladas las manos, menos mal que con los guantes de los bastones por lo menos no tengo que hacer fuerza para agarrarlos.

Hacemos grupeto, ya que hay algunos que no conocen demasiado bien el camino, y no está la noche para perderse, así que en pelotón llegamos hasta el collado del Emburriadero y sin parar empiezo la bajada, y se me junta un corredor que me comenta que no lleva gafas y con su frontal no ve demasiado bien, así que me pregunta si puede ir por detrás, ¡vaya pregunta!, «¡pues hombre, claro!» le contesto. Como me encuentro muy bien de piernas intento ir rápido, también con idea de poder entrar en calor tras el paso por «la nevera», aunque con las gotas de lluvia las piedra están un poco deslizantes, pero ya no importa nada, sólo quiero llegar y descansar. Según vamos bajando amaina el temporal y vamos cogiendo grupos de corredores, algunos de los cuales dejan pasar, mientras que otros parece que les molesta que les adelantes, como si fueran a perder el podio, en fin…

Una vez que llegamos a la pista se «deshace» la alianza y empezamos a trotar para abajo, vaya diferencia con el año 2012, que en esta zona no tenía ninguna gana de dejar de andar, y eso que era el TP60. Con buenas sensaciones pongo el piloto automático y sólo paro un momento para el control situado en la valla de acceso a la Barranca, a partir de ahí me dedico a ir cazando gente que va andando, y descontando mentalmente los kilómetros que quedan hasta meta. El reloj sigue pitando los kilómetros y veo alguno por debajo de 6′, ¡releches!. Únicamente disminuyo el ritmo en una cuesta que hay antes de llegar a la rotonda de entrada a Navacerrada, y una vez cruzada la carretera, otra vez sigo trotando ya por el casco urbano. En ese momento me pasa un corredor con unos amigos que le están acompañando, y aunque tenía fuerzas para haberle dado cera, prefiero relajar para colocarme bien la ropa y el dorsal para la foto de meta 🙂

Al dar la última curva de repente me encuentro con el pelotón bandoleiro, Jorge y Juanito con su familia que han estado esperando mi llegada para darme una sorpresa, y como estaban siguiendo el SPOT me tenían localizado, ja ja, ¡vaya recibimiento!

Llegada a meta. Pantallazo del vídeo de Jorge
Llegada a meta. Pantallazo del vídeo de Jorge

Me paro a saludar, pero me dicen, ¡venga, venga, ya no pares! (o algo así), con lo que enfilo el pasillo y llego al arco de meta tras 17 horas, 35 minutos y 4 segundos según el tiempo oficial (yo, con la emoción, olvidé de parar el reloj hasta unos minutos después, ¡bien!). Unos abrazos para ellos y besos para ellas, me siento como en una nube, son las 12 de la noche y allí estamos (bastante cansados, es verdad) tras terminar lo que según mi GPS han sido 92k de carrera y más de 7000 metros de desnivel acumulado.

Foto oficial de RacePhotos
Foto oficial de RacePhotos

En la zona de meta también está Mapi y Juanlu, que ha llegado un buen rato antes,  y que me regala la siguiente foto 🙂

Llegada a meta. Foto de Mapi (thx guapetona!)
Llegada a meta. Foto de Mapi (thx guapetona!)

Después de las fotos de rigor, ya sólo quedaba recoger la medalla, la camiseta de finisher, y grabar la medalla con el tiempo oficial, cosa que hice mientras el cansancio empezaba a acumularse, así que me tomé una coca cola a ver si aguantaba la parte más dura del día, que iba a ser el regreso a casa en coche.

Medalla finisher
Medalla finisher

Llegar a casa y despegarme el cortavientos de la herida del codo fue… ¡auuuuu, argggg! El agua de la ducha corría como el chocolate, dejé el montón de ropa «alejos la cama», y a eso de las 2 de la mañana todo eran «ZZzzzzZZZZzzzz».

¡Fin!

Material y otras chorradicas

La verdad es que el material que usé es el mismo de siempre, creo que así lo más nuevo que llevé fueron las zapatillas (previamente curtidas en algunos entrenos), las Cascadia 8, con las que me sentí muy cómodo y noté mejor agarre en las bajadas que con la versión anterior. Al final el material ayuda, pero lo importante es el coco y las piernas, y sobre todo, disfrutar con lo que estás haciendo (aviso para navegantes, je je)

Comentar también que probé «de verdad» el SPOT, y aquí se ve el registro de datos que iba publicando, con algunas zonas sin datos, principalmente cuando atravesaba zonas arboladas (problema de recepción de la señal de GPS y satélites en general).

Seguimiento del SPOT en la carrera
Seguimiento del SPOT en la carrera

Datos de carrera

Aquí los datos del Garmin (310xt, ya un poco «viejuno»)

El perfil del track procesado por Perfils (estupenda aplicación)

Perfil TP80... de 92k
Perfil TP80… de 92k

Agradecimientos

Como siempre, dar las gracias a todos los que me habéis animado, y en especial al equipo bandoleiro, cuya compañía disfruto mucho y me sirven de motivación (unos más que otros, que todo hay que decirlo, ja ja ja), la recepción en Navacerrada a la llegada fue IMPAGABLE y la recordaré siempre :-*

Gracias también a la familia que me soporta y a todos los compañeros con los que he cruzado charlas, comentarios, consejos y entrenamientos, sois MUY GRANDES! (más besitos y abrazos… muack muack)

Bonus: como he tardado tanto en terminar el post, ya está el vídeo, je je je

 

Trail Peñalara 80K en vivo. Al lío!

Bueno, si estáis leyendo ésto comentar que a las 6:15 de la mañana estamos saliendo de Miraflores a hacer el Gran Trail de Peñalara en su versión «reducida» del Trail Peñalara 80K (aunque de momento son 86k por el mismo precio). En principio (salvo cambios de última hora), salimos Jorge (AKA @zerote) y yo mimmo, así que los datos del SPOT hasta nueva orden valen para los dos (mientras no haya divorcios por el camino, je je je).

Como no es cuestión de hacer los deberes a última hora, el miércoles fui a recoger el dorsal, con un bonito número que me tocó, hasta parece de «pro» 😉

Mi dorsal de este año
Mi dorsal de este año

Puedes seguir las actualizaciones que publiquemos en Twitter con el hagstag #TP80KBG y enviarnos ánimos, bocadillos de jamón o cheques al portador en el siguiente cuadro:


Iremos posteando fotos o comentarios «en vivo», así que dadle vidilla que seguro que lo pasamos bien.

Aquí he embebido aparece el seguimiento en vivo con mi SPOT, que si no lo puedes ver bien (está recortada la página) puedes abrir en el navegador el enlace que pongo -> AQUÍ. Por lo que he visto, en zonas con árboles le cuesta coger la señal, así que si hay huecos tampoco os preocupéis (demasiado). Está programado para enviar una señal cada 10 minutos

Si queréis

Y de bonus, el vídeo de la salida de la semana pasada, en la que realicé la primera parte del recorrido desde Miraflores a Morcuera, pasando por la Najarra. A ver si hoy repartimos las moscas entre todos… je je je

¡Que la fuerza acompañe a todos!

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