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I trail del Serrucho

Empezamos el año «de competiciones» con una carrera que se estrenaba en el calendario. Con mucha ilusión, los chicos del Alalpardo Running Team convocaban la «primera» carrera de trail en Madrid, así que los dorsales se habían acabado en un plis plas.

Amanezco con la cabeza un poco «para allá», pero como ya tengo experiencia en el tema, cogemos los trastos y salgo de casa para intentar llegar pronto y entonar el cuerpo. Por el camino hay unas vistas preciosas de la sierra nevada, y de momento tenemos un sol espectacular en la zona centro.

Al llegar a Alalpardo, empiezan los carteles y la señalización, nos dirigen al aparcamiento junto al polideportivo. Aparcar y coger el dorsal todo en uno, mientras me encuentro ya con Jesús «SpongeBob». Al poco hacen acto de presencia ya una gran parte de los Runners de Barrio & compañía y nos vamos a tomar algo calentito para preparar la estrategia de carrera… ¿estrategia?

A eso de las 9:30 decidimos que ya es hora, así que nos ponemos la parafernalia de correr y nos vamos hacia la salida. Ésta se realiza desde la plaza de toros, así que como si de unos San Fermines se tratara, nos meten en el ruedo para amansar a las fieras. Momento primeras risas y fotos a tutiplén.

Metidos en el ruedo
Metidos en el ruedo

En los 10-15 minutos que estamos dentro se debieron hacer como millones de fotos, todo el mundo con su cámara (y yo con la GoPro) haciendo risas. Aprovechando la barrera hacemos una foto de grupo de las más multitudinarias de los últimos tiempos.

Foto de pelotón. By Shinichi
Foto de pelotón. By Shinichi

Finalmente a las 10 se da la salida, y como cabestros desbocados pasamos por la puerta de salida de la plaza , enfilando hacia el campo, que no queremos pisar más asfalto. Cogemos el ritmo de trote tranquilo y empezamos en ligera subida, con alguna bajada para los cruces de ríos. La mañana está soleada y hace una temperatura ideal, que sólo refresca un poco cuando sopla el aire.

Subiendo las primeras cuestas. Foto de Juanlu
Subiendo las primeras cuestas. Foto de Juanlu

La primera mitad de la carrera la hacemos un poco al tran tran en un grupete con Jorge, Alberto, JuanLu & cía, en el que la parte audiovisual aprovecha la bonita luz que hace y los paisajes que estamos disfrutando. Como siempre, Alberto se hace el recorrido dos veces en lo que va de adelante para atrás y viceversa con el fin de hacer fotos y vídeos de todo el personal. En el km 6,5 aparece el primer avituallamiento, cojo un vaso de acuarius, unos tragos y a seguir. El recorrido empieza a llanear y es interrumpido por algunos dientes de sierra intercalados.

Subiendo por los dientes. Foto de RdB
Subiendo por los dientes. Foto de RdB

Lo mejor está por venir. Cuando llegamos al avituallamiento del km 10,5 unos platos de jamón, queso y otras delicatessen, acompañados por un buen porrón de vino, me entran por los ojos, así que sin pensarlo me lanzo al jamón, que con el estómago que llevaba me sabe a gloria. Un poco más de jamón, queso y pan y otra vez al tema…

A partir de aquí el recorrido baja y hace un falso llano (qué leches, una especie de remontada suave) en la que cojo mi ritmo y me separo del pelotón, que se había quedado rezagado dando buena cuenta de las viandas. Otro pequeño repecho para llegar al tercer y último avituallamiento en el km 16,5 y a partir de aquí ya hasta el final de un tirón.

A 2 km de meta, último paso por el barrizal
A 2 km de meta, último paso por el barrizal

Cuando ya volvemos a tocar el asfalto a la entrada a Alalpardo saco de nuevo la cámara y grabo de una tirada hasta la entrada en meta, hecho comentado por el speaker de la misma y que despierta la sonrisa en los que ya están en la plaza.

En el ruedo nos entregan la bolsa del corredor (con nuestro número de dorsal, impecablemente organizado), y allí tomo una pizza que me sabe a gloria, junto con una cervecita que entra que da gusto.

Después de estar un rato de charla, mientras termina de llegar todo el mundo nos vamos a cambiar y a tomar unas cervecitas para celebrar el cumpleaños de Alberto «RunnerChef» (AKA «El Presi»), donde comentamos lo bien que nos lo hemos pasado y tenemos un rato de risas varias con un ambiente genial.

En resumen: carrera muy recomendable, con una organización y calor humano inmejorable, y que repetiremos el año que viene si se tercia.

El resumen en vídeo, que aproveché para estrenar la GoPro (cortesía de SS.MM. los Reyes Magos), espero mejorar para los próximos, o haré un nuevo remasterizado 😉

 

 

El track de Garmin, para ver el recorrido y los parciales, los avituallamientos penalizaron, en especial el del jamón 😉

Otras crónicas de la carrera recopiladas:

III Runandbravas. La confirmación

Después de dos ediciones previas en las que la lucha por la patata ganadora parecía decantada, se convoca la tercera edición del evento gastriatlético más comentado en medio mundo, gracias al poder de convocatoria de Santi, alias «El_Crusti» (también llamado nollegasalos88kenlaSSVnidecoña).

Así que a las 19h allí estamos un nutrido grupo de «corredores», haciendo uso de las instalaciones de nuestro fisio favorito (AKA «Fisioteko») para dejar el exceso de equipaje previo al running. Tras las presentaciones, esperar a los rezagados, actualizar información, etc etc, así como un breve momento reivindicativo (SANIDAD PÚBLICA SÍ!), empezamos el trote por tierras vallecanas.

En la fisioteka. Foto de Shinichi

El recorrido incluía el paso por encima de la A3, se desarrollaba en su mayor parte por el carril bici, y nos movíamos como compacto pelotón con algunos escapados que se iban reagrupando en los puntos singulares del recorrido, en especial, las «TETAS!». No seáis cochinetes, esta es la denominación a unos montículos que hay en el Parque de Pío Felipe, Cerro del Tío Pío o parque de Las Tetas, y que nos lanzamos a escalar cual intrépidos aventureros al grito de ¡marica el último! (bueno, realmente el grito no se oyó, pero dio igual…)

En la primera teta del parque. Foto de Shinichi

El recorrido siguió por sucesivos montículos, en uno de ellos, unos tranquilos jovenzuelos se quedaron un poco «sorprendidos», al ver de repente que una horda se lanzaba ladera arriba con frontales, cámaras, teléfonos, al grito de «¡cuánto queda para las p… bravas!» (menos mal que no estaban haciendo manitas, no me imagino la cara… 😉 )

Después de hacer un rato la cabra, y con varios desmembramientos del grupo, acabamos otra vez en la fisioteka tras 6,8 km de trote (palabrita del niño Garmin), donde procedimos a dar cuenta de los manjares que nos había preparado Carlos… ¡polvorones!

Manjares en la fisioteka. Foto de Shinichi

Una vez que conseguimos cambiarnos y tener un olor más o menos aceptable, nos dirigimos a la parte «interesante» del tema, que esta vez se realizaba en el bar «Yo que sé», en las cercanías. Cuando llegamos vimos que los más madrugadores habían tomado posiciones en la mesa, y al grito de «¡vivan los novios!» nos colocamos en la mesa a esperar «el tema». Mientras tanto, hacíamos checkin’s, enviábamos tweets y comentábamos en FB a todo trapo, con el fin de estropear la noche a todos los que no habían podido asistir… MUHAHA!

Jesús convenciendo a su mujer de que la reunión con el cliente se estaba alargando…

El ambiente se caldeaba por momentos, las primeras jarras de cerveza se evaporaron como por arte de magia, y la tensión se mascaba en el ambiente…

Momento «¿dónde están las bravas?» en la mesa presidencial. Foto de Shinichi

Pero como la recompensa siempre llega a los conquistadores de la Teta, (menos a Suso, de espaldas, que con el traje que llevaba hubiera resbalado ladera abajo), al fin hicieron su paseo triunfal las esperadas bravas, momento en el que nos lanzamos a por ellas, sin distinción de sexo, edad, etc etc….

Las bravas, al fin!

Tras las bravas, de las que me gustó especialmente el picor y untuosidad de la salsa, nos trajeron unos platos de oreja, y después unas croquetas. La oreja estaba muy rica también, pero no tenía salsa, y las croquetas me gustaron mucho igualmente, aunque me quedé con ganas de comerme un plato para el #retoSSV88kgs

La oreja, en lo que me despisté en sacar la cámara casi se acaba

Cuando acabamos el grueso de la comida, ya a eso de las 21:30, empezaron a irse retirando a sus aposentos los más madrugadores, aunque en ningún caso la animación decayó.  El ambiente era de lo más festivo y animado, y creo que nos lo pasamos fenomenal charlando con unos y otros, haciendo análisis de zapatillas, pronadores, eventos, viajes, futuras maratones… etc etc… hasta que ya se hizo tarde y nos replegamos cada mochuelo a su olivo.

Momento «exaltación de la amistad» en el Yo que sé

En resumen, que lo pasamos fenomenal, ha sido un éxito de participación, y ya está todo el mundo buscando un hueco en el Doodle para la IV convocatoria… 😉

Agradecer a los organizadores, especialmente a Santi, Carlos y Alberto su dedicación, y a Shinichi que le he fusilado unas cuantas fotos… Chic@s, NOS VEMOS EN LA IV!

PD: el track del Garmin lo subo luego, que se me ha quedado «offline»

PD2: ya está el track de Garmin…

Esto es lo que dice twitter del #runandbravas


II Run and bravas

Volvemos al lío, después de una primera convocatoria que nos supo a poco, durante la misma ya estábamos lanzando ideas sobre las siguientes que íbamos a probar. Aunque quedan todavía varias en el tintero, decidimos ir a probar las del bar del mismo nombre «Las Bravas». Como siempre, el incombustible Santi empieza a manejar el cotarro y la convocatoria se realiza, a la par que entre él y Carlos (aka «Fisioteko») ultiman el logo. Se lanza la convocatoria y las redes se incendian

Así que a las 7 de la tarde, y con un tiempo estupendo, nos reunimos la parte «run» en el Retiro, en el Ángel Caído, para trotar un rato y preparar el estómago convenientemente, que con 6 km encima las bravas y la cebada líquida entran mejor.

Foto de José Escudero (thanks)

Después de ese agradable trote, a eso de las 19:35 ponemos rumbo al garito, y mientras subimos tenemos un percance con el amigo Shin, que se tropieza mientras hace fotos, con tan mala suerte que se rompe un diente ¡ouch!. Le acompañamos al SAMUR y se lo llevan al 12 de octubre, luego nos comenta que ya ha llegado a casa y que está bien, ¡cuídate!

En medio de la ruta tenemos otra escena con un chorizo que sale de un bar con el camarero detrás, en lo que nos ponemos a correr el tío ya ha puesto pies en polvorosa y desaparece (vaya sprint que tenía el tío). Finalmente llegamos ya al momento gastronómico, donde nos está esperando (manos a la obra), el resto de asistentes que no han podido venir a correr, así que nos mezclamos los de pantalón corto con los «trajeados», en paz y armonía, eso sí.

Los ingredientes principales

A partir de ahí, poco que contar, cervezas, bravas, más cervezas, más bravas, y luego ampliamos con más cervezas, tortillas bravas, oreja brava, más cerveza… vamos, que teníamos claro a lo que íbamos. Aquí una pequeña muestra.

Al final, a una hora prudente levantamos la sesión, abrimos la hucha y salimos a la calle a inmortalizar el evento, a lo que se suman los turistas que están sentados en los restaurantes/bares contiguos del paseo, que alucinan de las cosas que pasan en Madrid un martes por la noche 🙂

Momentos varios del gastroevento

Como (casi) siempre, aquí los tracks del Garmin (nótese el viaje de los GPS al principio, para variar).


Quedada «trote cochinero» en la Casa de Campo

En una de las sesiones de fisio para la recuperación de la p… cintilla, hablamos Carlos «fisioteko» y yo de quedar un día en la Casa de Campo para hacer una tiradita por la tapia, que no la conoce.
Así que como es muy echado para alante, sin dudarlo convoca una quedada «1quedada trote cochinero» en el FB de Runners de Barrio para este domingo 25, a la vez que se celebran otros grandes acontecimientos Runners, especialmente en Barcelona (maratón), a donde va una importante representación del club, encabezada, como no, por Alberto «runnerchef» AKA «ni un finde sin carrera» 😉
A lo que vamos, que a las 10:30, tras algunos apretones horarios por el cambio de reloj de esa noche, nos vemos en el Urogallo de la Casa de Campo, quedando al final un compacto pelotón de 6 infantes y una caballera (en bici)…

Nos ponemos en ruta, quedando bonitas estampas en el camino como ésta, antes del Mortirolo de la CdC 😉

20120325-232005.jpg

 

Un poco más adelante hacemos otra parada para refrescarnos, momento en el que aprovechamos para hacer foto de grupo en condiciones (todavía estábamos «en condiciones», je je je)

 

Después de varias paradas técnicas más, al final completamos el recorrido circular previsto (yo les iba diciendo «sólo quedan 3 km» y ellos se lo tragaban…), y llegamos de nuevo al Urogallo, ya en varias tandas, más o menos cansados pero todos con una sonrisa en la boca por el fantástico día de running que había quedado, y el buen ambiente del grupo, que culminamos con unas ricas cervecitas con patatas alioli (que todo hay que decirlo), y con ganas de repetir otro día. (Para la próxima ya se saben las distancias, no les engaño de nuevo, je je je) 🙂

Este es el track de la ruta, contando que empezamos en el km3,5 (yo venía trotando desde casa), al final salieron como 14,5 km de vuelta.

Así completé la segunda tirada con las nuevas Cascadia 7, que se portaron genial, ni una molestia en los pies y muy buenas sensaciones.