Gran Trail de Peñalara. La crónica

Ya sin agujetas, y pendiente de localizar más fotos de tan magno evento, aquí va mi crónica.

El día antes preparo el equipo y veo el pitote que es meter todo eso en la mochila… sí sí, antes de opinar probad a hacerlo… 😉

Equipo preparado!
El día de la carrera amanezco a las 5, que Rafa viene a buscarme, así que preparo un termo de café con leche, me visto a toda pastilla, meto a saco en la bolsa todo lo que puede que me haga falta y 25 minutos más tarde bajo a esperarle, con el panorama habitual de un sábado en la Gran Vía: puestos de chinos, putas, borrachos, y un tío delgado con mochila que no pega nada en el panorama… (ese soy yo).

A eso de las 6:15 ya estamos en el polideportivo de Navacerrada, con suerte que aparcamos delante de la puerta, unos whatsapp con Pablo que está en ruta y a preparar los últimos detalles, mientras nos tomamos un café para ir entonando el cuerpo. Hace ya un rato que han salido las fieras del GTP110 y TP80, de los que nos acordamos viendo la Maliciosa mientras amanece.

A eso de las 7 somos de los primeros en subir al primer autocar que nos va a llevar a Rascafría, punto de salida de nuestra prueba.

Viajeros al bus!
En el autocar nos encontramos con Beto (aquí su crónica), y tras un rato en el bus llegamos a Rascafría a eso de las 8, todavía queda un rato para la salida, así que aprovechamos para tomar un colacao calentito, comer algo y saludar a otros conocidos como Juanlu (de RdB, que participa como voluntario), Nacho (aquí su crónica) o Dragonkik (aquí su crónica), cargar los avituallamientos de agua y soltar nervios, que son unos pocos.

Preparados para la salida
A eso de las 8:45 ya nos indican que nos coloquemos en la zona de salida, y el control se reduce a presentar la manta térmica o el frontal ¿?, así que pillo lo primero que sale del amasijo de la mochila y ooppps! ya estoy dentro 🙂

Zona de salida
Al final salmos a las 9:10, tras el discurso oficial, empezando al trote en masa, como suele ser en estos casos. En las primeras rampas del ascenso al puerto del Reventón, Pablo coge las de Villadiego y yo me quedo con Rafa, y vamos alternando trote y andar dependiendo de la pendiente, pero siempre con buen ritmo.

En lo que me parece un suspiro ya estamos en el primer control de paso (10 km y 1:35:01), bien surtido, en el que nos avisan de que carguemos bien de agua que hasta la Granja no hay más. Un poco más arriba está el puerto en sí mismo, donde corre un poco el aire, hasta ahora la temperatura es muy agradable y voy muy bien. Un poco más adelante ya se ve el objetivo de la subida, Peñalara, me parece que está lejiiiiisimos… En este tramo una sucesión de subidas y bajadas trotables con un entorno precioso se disfruta, aunque me voy dando cuenta de que aquí los km van a otro ritmo, y mentalmente voy recalculando las previsiones iniciales (un poco optimistas, creo, as usual… je je je).

La subida hacia Claveles por los canchas es tiene su miga, los músculos del pié no están acostumbrados a hacer tanto ejercicio en terreno inclinado y me dan pequeños tirones cuando la pisada fuerza un poco el apoyo lateral, pero reduciendo el ritmo recupero bien, y finalmente llego a Peñalara con buenas sensaciones. Allí me recibe David con un Powerade fresquito que me sabe a gloria. Control de paso, unas fotos y para abajo, que aquí no hay chiringuito.

La bajada está balizada cuesta abajo hasta que empalma con el sendero, que decido bajar «tranqui», porque la piedra está bastante suelta y no me atrevo a meterme un piñazo antes de llegar a la mitad de la carrera. A medio camino me pasa un kamikaze que se pierde ladera abajo, ya veo que me falta bastante para ser «pro» 😉

Cuando el terreno se suaviza alterno el trote y el paso ligero, en las zonas con mayor pendiente el correr cansa bastante los cuadríceps. En la zona de bosque la temperatura es muy agradable y aprovecho para sacar los elementos extraños que llevo en la zapatilla y apretar de nuevo los cordones. Un poco más adelante ya alcanzo la Tapia del palacio, y tras bordearla al troteandando entro en La Granja, un grupo de personas aplauden, saco pecho y hago como que corro, y ya estoy en el avituallamiento, ufff!

A estas horas ya pega el sol y se agradece estar bajo la carpa, pero como no cabemos todos me cojo una bandeja con ensalada de pasta y bebida y me siento en un soportal a la sombra a comer tranquilamente y rehidratarme un poco. Sin tiempo a que las piernas se amodorren recargo agua a tope y otra vez en marcha. Salir después de comer es lo más duro de la carrera, cuando el cuerpo te pide que te eches una siestecita, pero hay que hacer callar esa vocecita y focalizar el objetivo: quiero llegar a ver el partido de España, así que a Navacerrada antes de las 20:45 🙂

Según estoy saliendo de La Granja me junto con otro corredor que va a un paso parecido y nos ponemos a charlar, así que cogemos un buen ritmo de paso y empezamos a remontar hacia la Casa de Pesca por el camino que va junto al río. La visión de las familias dándose un chapuzón en el río con sus mesas llenas de cosas ricas y cerveza fresquita, o bien echándose una siesta, te hace pensar ¿pero qué hago yo aquí?. Los km van cayendo inexorablemente, y tras algunas zonas de duda (gracias a los cabroncetes que quitan las señales), seguimos remontando aguas arriba, hasta que cerca del control de Casa de Pesca de repente nos alcanza Aitor Leal (en ese momento n.p.i. de quién era) y nos pide agua, que viene muerto. ¿Muerto?, si según se bebe la botella sale zumbando y nos deja tirados!

Al llegar al control y avituallamiento de Casa de Pesca, vemos que Aitor está allí parado bebiendo y tomando algún gel, pero de repente dice que está mal y se tiene que sentar y abandona. Realmente te das cuenta de que aunque seas un «pro» del tema, si te da una pájara, te ha dado. En las crónicas posteriores (aquí la de Mayayo) ya vimos un relato más pormenorizado de toda la historia, tiene tela… Tras repostar líquido empezamos el último cuestorro del día, ya veníamos avisados, pero el descargadero de madera de subida a la Fuenfría me deja tieso, así que llega el momento de «reflexión interior» y me digo «despacito y cuesta arriba», sin importarme si alguno(s) me pasan. El momento de la llegada a la fuente (aleluya!) ha quedado inmortalizado en el video de Cercedilla.tv (AQUÍ, minuto 4:50, mi primera entrevista compitiendo 😉 )

Una vez en el Camino Schmidt ya lo veo más cerca (ayyy ingenuo….) y hago algunos tramos trotando, ya que el camino es bastante cómodo y además lo conozco «un poco». Cuando ya se ve el puerto de Navacerrada y su avituallamiento, acelero el paso, momento que queda inmortalizado en una foto de @kataverno ¡gracias!

Llegando a Navacerrada, por @kataverno

El control-avituallamiento de Navacerrada lo paso con un par de vasos de Isostar, que ya quedan 10 km y menos para el partido de España-Francia, así que apretar el paso y la última subida hasta el collado que da acceso a la Barranca (collado del Emburriadero), donde me tomo esta foto viendo que ya llego, aunque sea rodando ladera abajo 🙂

La última bajada empieza por un sendero con bastante piedra suelta, pero ya no son horas de remilgos, así que acelero el paso y cojo a un corredor que va un poco matado de piernas (más que yo, que ya es decir). Cuando finalmente aterrizo en la pista, sólo puedo trotar a ratos, la verdad es que no me apetece correr para rascar unos minutos, ya sólo quiero llegar y beberme una GRAN Coca Cola fresquita…

Al entrar en Navacerrada, mucha gente en las terrazas preparándose para el partido, la sensación de «ya está hecho» te ronda por la cabeza, y sólo pienso en quitarme las zapatillas y poder poner el motor en «off», una vez que giro para la entrada a la meta, veo el sarao que hay montado, y una sonrisa recorre mi cara (aunque en la foto no se ve… je je)… FINISHER! (Foto cortesía de REC MOUNTAIN)

Llegada a meta!

Al llegar a meta me espera Rafa, que ha llegado a meta algo más de una hora antes, y me bebo la famosa Coca Cola sin espera… qué rica!

El resultado final, 11:14:08, con el puesto 73/147 (en todo el medio!) y 188 en la salida (41 abandonos), no está mal para ser mi primer trail de montaña!

Finisher!

Así que la primera parte del partido la vamos oyendo en el coche de Rafa en lo que volvemos a Madrid, y (cosas de no llevar yo el coche), me deja en la puerta de casa 🙂 justo en el intermedio, así que me da tiempo a ducharme antes de sentarme con la family a ver la victoria de España ¡día completo!

Con el gran Rafita

 Luego ya viene la parte jocosa, especialmente el ¡pero cómo me vienes con estos pies!, y el trote «muñecas de famosa» por casa, pero eso es otra batalla…

El pies negros

Postrimerías: la recuperación de la carrera se dió muy bien, el miércoles siguiente ya estaba con un trote ligero con buenas piernas, así que sigo preparando la Madrid-Segovia para septiembre, que son 100k del ala que hay que hacer…

Unos días después (unos cuantos), cuando recuperé las fotos de Rec Mountain, la foto con el pañuelo dio origen a un meme gráfico en el que nos reímos un montón. Como no quiero que os lo perdáis, aquí va un pequeño montaje con las colaboraciones de @t4blet @pep y @zerote (festival del humor) 😉

10 Comments
  1. mayayo 12 años ago
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  2. Raúl S. Lara 12 años ago
  3. icosas 12 años ago
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  4. Nacho 12 años ago
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  5. Jordi 12 años ago
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  6. Diego 12 años ago

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